¡Por Dios, Miguel, sacúdete!

Mi voz escrita // Jorge Herrera

El comportamiento de los pueblos en la política es lo que más se parece a la conducta de la mujer en el amor. Cuando una mujer se enamora, se torna posesiva, y su hombre se convierte en su ilusión. Por esa ilusión, esa mujer es capaz de renunciar hasta a su propia vida. Casi igual acontece con los pueblos cuando deciden seguir determinado liderazgo. Lo arriesgan todo en aras del compromiso.

Pero si la ilusión se esfuma, las lágrimas se agotan y la frustración se enseñorea en el alma. ¡Ay! No hay poder que impida que los plazos se cumplan y las deudas se paguen, ni que el desencanto y el desconsuelo cobren con creces las cuentas acumuladas a causa de la inercia de una dirigencia aletargada por cantos de sirena y trinares de pajaritos en el aire.

Como las reacciones son impredecibles en todos los casos, lo más aconsejable es no emitir juicio de valor por más pueril que se lo considere. Sucede que en el análisis de cada situación, a veces surgen subjetividades que a su vez crean laberintos donde se entrecruzan las más inverosímiles sinrazones con pretensiones absolutistas, debido a los intereses creados.

Sin embargo, el caso específico del PRD “per se” adquiere una connotación especial en la actual coyuntura. Cual si se hubiese operado una mutación kafkiana, en los predios perredeístas ya no se siente el vigoroso halar del buey ni se escucha el relincho triunfal de sus caballos. En el hábitat de su fauna sólo abundan especies trepadoras que medran con pasmosa paciencia y descaro.

Sin embargo, la parafernalia que se montó para lograr otro “Gallupazo” que no lo creen ni los niños cantores de Viena, se convertiría en un boomerang al instante con una demostración de fuerza solidaria junto a los sectores golpeados por la insensibilidad del actual gobierno ante sus más sentidas necesidades.

Miguel tiene que sacudirse. Ese entorno elitista lo está arrastrando al fracaso. Miguel tiene la obligación y el deber de ponerse al frente de las bases perredeístas. ¡Que lo sientan, que lo vivan como su líder, que lo vivan como su esperanza! ¡El PRD no tiene futuro. El PRD tiene a Miguel Vargas ¡ahora!

Santo Domingo, R.D., viernes, 09 de julio de 2010

(jorgerrera15@hotmail.com)

http://www.elnacional.com.do/opiniones/2010/7/9/53883/Mi-voz-escrita