
Carlos Francisco Elías
La pregunta esencial es la siguiente: ¿Quién debe revisar a quién?
La racionalidad y un recuento de los hechos entre comedia bufa, mentiras y montajes, lleva directo a una constatación dramática: que desaparecidas las normas o aplicadas según escalas sociales, los espacios de regencia territorial se reducen a "sálvese quien pueda"...
Dentro del marco de libertades individuales aún existentes, lo que debería ser preocupante para las autoridades, es que los signos de simpatías a la imputada, en el fondo, bien leídos, son expresiones de rechazo a unas autoridades que todavía no entienden que sus mensajes no han sido bien recibidos o en todo caso: nunca creídos.
Si hay que revisar a la sociedad entera por sus muestras de simpatías, habría también que revisar a las autoridades, que forman parte de la seguridad empotrado en esa misma sociedad.
De nuevo: no se puede seguir pensando que la gente en éste país es tan tonta o perdió toda capacidad de análisis crítico: con transparencia coherente, hoy, las autoridades no tendrían que ver el espectáculo y vedetismo de una Sobeida utilizada como instrumento popular para rechazar las actitudes de las propias autoridades, esa es mi lectura.
Santo Domingo, R.D., lunes, 02 de agosto de 2010
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