UN MOMENTO//
Mons. Ramón Benito de la Rosa y Carpio
Último domingo de julio, Día del Padre. A mi mente viene esta anécdota, este episodio de aquel que me decía: “Mi padre fue mi tío porque fue él quien realmente me educó. Mi padre, nuestro padre, nos abandonó cuando nosotros éramos jóvenes. Yo llamaba padre al que me engendró, lo llamaba padre y lo respetaba.
Pero mi padre verdadero fue aquel que cuidó de mí y me crió verdaderamente”. De ahí que te pueden llamar padre… ¡y lo eres! porque has engendrado a un hijo… ¿pero de verdad eres padre? Padre es todo aquel que es capaz de producir algo. Por eso nosotros tenemos a los Padres de la Patria o podemos hablar de los padres de la economía o los padres de la física, pero no basta con engendrar; hay que cuidar y atender.
“Me llaman padre”, ojalá lo puedas hacer no solamente porque el apelativo te toca, sino porque de verdad lo eres. Felicidades a los padres, que no solamente son llamados padres, sino que responden al nombre de padre. Felicidades a los padres de paternidad responsable y a aquellos padres que no han cuidado de los hijos, ellos han de perdonarlos y han de acogerlos y decirles: “Te llamo padre, aunque no me criaste ni me cuidaste”. Como también se puede decir de la madre: “Te llamo madre, pero no lo fuiste de verdad porque no cuidaste de mí”.
Felicidades a los hombres en el Día del Padre y ojalá podamos ser padres en muchos sentidos de la vida, pero padres responsables de todo aquello que nosotros producimos.
Hasta mañana si Dios, usted y yo lo queremos.
Santo Domingo, R.D., viernes, 29 de julio de 2011.
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