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ADRIANO MIGUEL TEJADA
El diario español "El País" trae la información de que la prensa brasileña se ha convertido en el principal bastión contra la corrupción en ese país y que ya van 14 funcionarios destituidos por la presidente Rouseff por denuncias de malos manejos.
Probablemente, algunos de los lectores que comentan las noticias en nuestra web dirá en forma sarcástica: "igualito que aquí".
Y es verdad que la prensa dominicana se ha hecho eco de numerosas violaciones a la ética por parte de nuestros funcionarios. La diferencia no ha sido la prensa, sino que el liderazgo político del país no ha hecho caso a las denuncias amparado en el "debido proceso" y prácticamente no se ha destituido a nadie.
Dilma Rouseff, presidente de Brasil.
¿Por qué lo ha hecho la presidente de Brasil y los de aquí no? La explicación que da "El País", es que la presidente Rouseff está consciente del crecimiento de la clase media en su país y de los valores ciudadanos que comporta formar parte de esa clase.
Aquí, posiblemente, se ha actuado de manera diferente porque la clase media dominicana solo piensa en sí misma, transculturada por valores como el consumismo, el yipetón y el individualismo, y el liderazgo político sabe que no va a pasar de ponerse una gorra y blandir un cartelón.
Que la clase media dominicana está tan alienada como aquellos que solo piensan con el estómago porque su horizonte es el hambre.
Obliguemos a las autoridades a hacer caso a las denuncias y veremos resultados.
Santo Domingo, R.D., lunes, 01 de agosto de 2011.
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