Editorial El Nacional
Se cumplieron seis meses de la muerte por envenenamiento de dos abogados que laboraban juntos en una oficina jurídica del kilómetro 11 de la carretera Duarte y transcurridos 180 días de ese suceso, todavía Policía ni Ministerio Público han dicho siquiera esta boca es mía.
El doctor Fausto Morel Matos, de 42 años, fue encontrado muerto en una butaca de su residencia en el sector Manoguayabo, donde vivía solo, mientras que el cadáver de su colega, René Vegazo, fue hallado por su secretaria en el bufete jurídico.
A pesar de que la Policía informó que investigaba a 15 personas en relación a lo que se sospecha fue un doble crimen, ese caso ha sido sospechosamente cubierto con manto de olvido.
Alejandro Moscoso Segarra.
El fiscal del Distrito, Alejandro Moscoso Segarra, nombró una comisión para investigar las muertes de los doctores Morel Matos y Vegazo, pero tampoco esos comisionados han dicho nada, como si algún fenómeno haya borrado de la faz de la tierra todo vestigio de ese misterioso suceso.
De nada ha servido el certificado médico expedido por el legista Ernesto Dotel, que señala que los dos abogados murieron con apenas dos horas de diferencia, con claros indicios de que consumieron alguna sustancia tóxica.
Policía ni Ministerio Público han podido establecer si esos posibles homicidios tendrían conexión con expedientes sobre propiedades inmobiliarias que llevaban esos abogados en Samaná o si los hechos tienen que ver con la quema intencional de una yipeta propiedad de una de las víctimas.
No resulta posible que se pase por alto el caso de dos abogados que laboraban juntos en una misma oficina jurídica, muertos en circunstancias extrañas con dos horas de diferencia y al ingerir alguna sustancia venenosa.
Por enésima vez se reclama de Fiscalía y Policía que esclarezcan tan extraño suceso, porque han pasado ya seis meses de una sospechosa mudez que ya raya en indiferencia o complicidad.
Santo Domingo, R.D., viernes, 19 de agosto de 2011.
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