Juan Núñez Collado
¿Qué se entiende por una sociedad que está bajo el efecto-Lucifer?
De acuerdo a Philip Zimbardo, una sociedad está bajo el efecto-Lucifer cuando sus autoridades han perdido el sentido moral, donde ya no se distingue entre el bien y el mal y lo único que cuenta es la gran acumulación sin importar cómo ni a qué precio.
En otras palabras, se da este estado-luciferino cuando los agentes de la política, la economía, el comercio y los negocios se rigen en sus actuaciones por el funesto principio de Maquiavelo que reza: “El fin justifica los medios”.
A este principio se opone el recto principio de la moral que reza: “No se puede cometer una acción mala para conseguir algún bien”, porque el mal, no importa de dónde venga, está intrínsecamente viciado y sus efectos siempre serán malos y dañinos a la convivencia humana.
Por Lucifer se entiende el demonio o el espíritu del mal, personificado en Satanás, considerado el padre de la mentira y del engaño.
En este sentido es muy lamentable la situación de la sociedad dominicana, donde los tres Poderes del Estado están concentrados en manos de sujetos que con sus actuaciones han demostrado que actúan bajo el efecto-Lucifer para acumular los tres Poderes y desde éstos han construido un fuerte poder económico.
Estamos en una sociedad con una estructura organizacional que es sistemáticamente mala, ya que no hay conciencia de que lo único que justifica que una persona tenga autoridad sobre los demás es que se convierta en un defensor del bien común o de las mayorías y que sepa distinguir entre lo que es el interés personal versus el interés general de las mayorías.
Por el contrario, desde el Poder se quiere controlar todo, para beneficiar a grupos de personeros que perdieron hace tiempo la noción del bien y del mal.
Para salir de este estado-Luciférico tenemos que trabajar por un cambio en las estructuras de los Poderes del Estado, o nos encaminamos al abismo de las tinieblas.
Bajo este ambiente de desorden y de tinieblas el ciudadano responsable y consciente está llamado a ser una luz que disipe las tinieblas y la sal que da gusto y sabor a los alimentos. En este caso estamos llamados a ser luz del mundo y sal de la tierra.
La tarea es de todos. No cerremos los ojos ante las actuaciones Luciféricas.
Santo Domingo, R.D., lunes, 05 de septiembre de 2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario