ESTO PIENSO, ESTO CREO//
Twitter: rafaelpiloto01
Porque… “Lo mucho se vuelve poco
con desear otro poco más”.
Maldición ensordecida por la impotencia ante los hechos que debieran explotar la conciencia de los indolentes y prepotentes que nos tienen hastiados hasta el hartazgo y que pretenden continuar con el mismo proceder vacuo, inmoral, ineficiente, corrupto y engañoso.
Muertes pendejas que quizás valgan más que las de todos los ineptos “con iniciativa” que nos gobiernan. Decía Marco Aurelio, que la inteligencia sabia debe estar dispuesta para todos los sucesos, pero ¡carajo! Cómo permanecer impasible ante tantas muertes, violaciones y atracos a personas inocentes, por parte de una violencia criminal y corrupta.
Cómo permanecer insensible, ante la negligencia e irresponsabilidad, que ha permitido que esta fuerza perversa se haya fortalecido de una manera tal, que ya parece una cuarta fuerza, podríamos decir, más bien, una fuerza paramilitar al parecer indetenible, incontrolable, que mata a gente de valía y vergüenza, amigos que en base a sacrificios se han superado y que un grupo de malditos les arranca la vida impunemente. Dígame, cómo callar el dolor e impotencia ante estos hechos.
¿Qué es lo que impide el cambio de actitud de los irresponsables que se consideran dueños del país y que pretenden heredárselo cual patrimonio maldito? Muertes y muertes a granel que, en apariencia, ya no tienen más sentido que aquel de matar por matar, como aconteció con el teniente coronel Ubrí, de la DNCD.
Indignos de tener autoridad son todos aquellos que pretenden continuar con la misma cháchara vieja, mientras el temor, no tanto por nosotros sino, por nuestros amigos y familiares, nos han convertido en esclavos traumatizados, temerosos de salir a la calle, y que cada sombra la interpretemos ya, como una amenaza y que tengamos que vivir enjaulados como animales.
Y cuidadito usted si osa protestar o no estar de acuerdo con esos “revolvedores de problemas… en papel”, porque si se sienten con alguna picadita de mosquito… ay papá, y más si los descubren con las manos y las patas metidos dentro del material cloacal, porque entonces lo toman como un cínico cachondeo que avergüenza y ofende aún más.
Porque cuando no es esa la actitud, entonces lo acusan con cuantos epítetos denigrantes puedan, mientras coquetean burlonamente con el dolor ajeno, en lo que al mismo tiempo, reciben su coima por mantener el dejar hacer, dejar pasar, de la jauría que se jacta de lo cojonuda que está la situación.
Por eso estamos jartos de las mismas excusas, promesas e irresponsabilidades, pretendiendo dar a entender, que el problema primario de este jodido país, para comprender la situación imperante y la mala percepción que tiene de la misma, sea la falta de capacidad intelectual y cultural para conceptualizar sobre las enormes amenazas, tanto internas como externas, que influyen en la no solución de los problemas que nos acosan.
Bendito sea el lenguaje que lo admite todo, hasta para ocultar la increíble capacidad para argumentar y justificar regularmente, acciones injustificables para lo cual, estos teóricos justificadores, son verdaderos expertos.
Da vergüenza en cara ajena, el ver cómo se pierde una vida dedicada a la superación profesional, ética y moral, como fue la del extinto teniente coronel César Augusto Ubrí, de la DNCD. Sólo deseo que ese desperdicio de vida y moralidad, haga y pueda crear conciencia sobre la situación a la que nos ha llevado la irresponsabilidad política. Descanse en paz Ubrí, que sus familiares y amigos nos sentimos orgullosos de su trayectoria por esta vida. ¡Carajo! cómo duele la perdida de un ser valioso. ¡Sí señor!
Santo Domingo, R.D., Sábado, 24 de septiembre de 2011.
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