La agencia espacial ya había adelantado que la caída del satélite, prevista en principio para el viernes por la tarde hora del este de EE.UU., se iba a retrasar.
¿Restos en la Tierra?
El UARS tiene el tamaño de un autobús y pesa más de 5,5 toneladas.
Se supone que la mayor parte del satélite UARS debería haberse desintegrado al entrar a la atmósfera, pero según algunos modelos computacionales, unos 500 kg podrían haber llegado a la superficie.
Los trozos de escombros podrían haberse esparcido en los 800 Km de camino, pero con más del 70% de la superficie terrestre cubierta por el agua, muchos expertos dijeron que las piezas eran más propensas de terminar en el océano.
Stephen Cole, portavoz de la NASA en Washington, dijo a la BBC: "Hay que recordar que son piezas muy, muy pequeñas, a pesar de que el satélite original era grande - tan grande como un autobús".
"La mayor parte se quema en la atmósfera y sólo una docena de piezas sobreviven. Serían fragmentos muy dañados, y si cayeron en el océano desaparecieron".
Al igual que ha hecho en los últimos días, la NASA volvió a insistir en que el riesgo para la seguridad de las personas es "muy remoto".
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