EDITORIAL
Si hay de verdad combate al tráfico de drogas, si quiere sancionarse a los que trafican, sean quienes sean, hay que aplicar la ley a todo el mundo. Todo el que se involucra en las drogas sabe a lo que se expone, en caso de ser descubierto
Respetamos la decisión de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), pero nos parece que es errónea y no ayuda al país en su lucha contra el tráfico de drogas y en evitar que la República Dominicana sea puente del tráfico internacional de cocaína.
¿Cuál decisión? La de ocultar a los implicados en el tráfico de 1,077 kilos de cocaína por el Aeropuerto Internacional de La Romana, utilizando un avión privado de una reconocida familia vinculada al gobierno, y de cuyo viaje repleto de 20 maletas de cocaína era de conocimiento de los propietarios de la aeronave.
Ocultar ese hecho, no dar las informaciones correctas y argumentar que con esa droga se cometerían actos terroristas en el exterior fue solo una forma de desviar la atención y de preparar un globo de ensayo que desviara la atención.
El avión fue entregado a sus propietarios. Nadie hizo ningún interrogatorio. Dos ciudadanos extranjeros fueron los únicos sometidos a la justicia. Eran las mulas del caso. Y la oscuridad ha sido el modelo de actuación para que no se indague, no se juzgue ni se sancione a nadie más que a los imputados de Inglaterra y Bélgica.
Se ha dicho que hasta el piloto de la aeronave era un señuelo, que colaboraba con las autoridades. Sin embargo, otras son las informaciones que circulan, en el sentido de que esa detección no fue protagonizada por la DNCD sino por organismos como la DEA, que tienen informaciones y actividades para evitar el tráfico de drogas desde el país hacia Estados Unidos y hacia Europa.
El hecho de que fueran 20 maletas repletas de cocaína no llama la atención. El hecho de que la droga tenía la vocación de ser utilizada para acciones terroristas en otros países, como dijeron las autoridades, tampoco es motivo de alarma. Se dijo que una red de tráfico de mucha droga desde el Este hacia Europa estaba siendo descubierta. Pero el silencio ha sido la respuesta de la DNCD.
El general Rolando Rosado Mateo ha ido a algunos medios a dar explicaciones. Y los datos que ha aportado resultan todavía más increíbles. Sus razonamientos no convencen a nadie. Más bien lo ponen en evidencia, de que quiere ayudar a los implicados no revelados en el caso. Si fuéramos un país con institucionalidad y con respeto a las leyes, ese proceso estaría en los tribunales, con interrogatorio a los implicados, y escuchando también las argumentaciones de Rosado Mateo. Es a los tribunales a donde debería acudir Rosado Mateo, y no a los medios, para justificar el encubrimiento el marcha.
Si hay de verdad combate al tráfico de drogas, si quiere sancionarse a los que trafican, sean quienes sean, hay que aplicar la ley a todo el mundo. Todo el que se involucra en las drogas sabe a lo que se expone, en caso de ser descubierto.
La oscuridad y el encubrimiento es el camino equivocado en el tráfico de drogas. La DNCD y sus autoridades, para tener autoridad legal y moral, deben ser las más empeñadas en que sus actuaciones estén fuera de toda duda, sin importar el abolengo de los criminales implicados en el tráfico de drogas.
Santo Domingo, R.D., miercoles, 04 de diciembre de 2012.
http://www.presenciadigitalrd.blogspot.com/opinion/2012/01/04/Tremendo-error-de-la-DNCD-el-encubrimiento-no-es-el-camino
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