SANTO DOMINGO, R.D._
Las advertencias hechas por el gobierno de Michelle Martelly no impidió
este martes que ex miembros del disuelto ejercito haitiano se
desplazaran por las calles de Puerto Príncipe, la capital del país, en
abierto desafío a la autoridad legitima, que ha ordenado el cese de las
actividades y la desocupación de los cuarteles que tomaron hace varias
semanas.
También, y a pesar de las serias
advertencias, los ex soldados se proponen llevar a cabo un desfile, este
jueves, en Cabo Haitiano, con el propósito de conmemorar la
promulgación, en 1987, de la actual Constitución de esa Nación, la
primera republica negra en alcanzar su independencia y alcanzar
notoriedad al derrotar al ejercito napoleónico de ocupación.
Informaciones provenientes de Haití
indican que los ex militares fueron vistos en las calles vestidos con
uniformes verde-olivo, algunos exhibiendo rangos militares y otros
portando armas de fuego y municiones, movilizándose a bordo de vehículos
provenientes del barrio de Carrefour, al suroeste de la capital, donde
acampan en uno de los campamentos del ejército haitiano disuelto hace
diecisiete años.
“La conformación de una nueva fuerza
pública (las Fuerzas Armadas) no puede hacerse en desorden”, ha dicho
Michel Martelly, presidente de Haití.
En Champs de Mars, la principal plaza
pública de Puerto Príncipe ubicada al costado del palacio nacional, sede
del Poder Ejecutivo, los ex integrantes de las Fuerzas Armadas de Haití
(FADH) fueron vitoreados y aplaudidos a su paso por decenas de personas
que se encontraban en ese lugar, indican los despachos de prensa.
La semana pasada, los militares
desmovilizados restaron importancia a una orden de expulsión dada por el
gobierno y advirtieron a las autoridades que no permitirán ser
desalojados de los recintos que ocupan desde febrero pasado. El ministro
de Justicia y Seguridad Pública, Michel Brunache, había pedido al
director de la policía nacional adoptar “todas las medidas convenientes”
para poner fin a las maniobras de los ex soldados, pero el portavoz
nacional de los ex integrantes de las FADH, Jean Baptiste Joseph, dijo
que Brunache “no está a la altura de su misión y no tiene de ningún
derecho para pedir que se ataque a los militares”.
Los ex soldados mantienen ocupados
varios cuarteles del país, en abierto desafío al gobierno que había dado
de plazo hasta el pasado 18 de marzo para que los ex integrantes de la
FADH desalojen los cuarteles o se expongan a cumplir hasta dos años de
cárcel.
Los ex militares reclaman la reinstauración del ejército y el pago de sueldos atrasados e indemnizaciones.
El ejército haitiano fue desmovilizado
en 1995 por un decreto promulgado por el entonces presidente Jean
Bertrand Aristide, el último gobernante depuesto por un golpe
militar y reinstalado en el poder tres años más tarde por una fuerza de
ocupación norteamericana de 20.000 marines La marcha del jueves ha
recibido el respaldo del ex oficial de policía haitiano Guy Philippe,
que en el 2004 lideró una revuelta contra Aristide.
El ex líder rebelde dijo que estará
presente en la actividad y llamó a las autoridades de su país a no
recurrir a la fuerza contra los ex militares, al considerar que algunos
de los lugares que ocupan en la actualidad les “pertenecen” por ser
antiguos campos militares.
Haití requiere con urgencia una ayuda
internacional de 53.9 millones de dólares para poder atender durante el
período abril-junio los servicios en los campamentos de refugiados del
terremoto de 2010 ante la llegada de la temporada de lluvias y
huracanes, de acuerdo a un informe de las Naciones Unidas.
La misión en Haití de la Oficina para la
Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA, por
su sigla en inglés), alertó sobre la necesidad de proteger los campos de
desplazados ante la eventualidad de inundaciones, así como de reforzar
la seguridad para enfrentar la violencia y los asaltos sexuales.
En un documento, el director de la
misión en Haití de OCHA, Nigel Fisher, dijo que las miles de personas
que aún permanecen en los campos de refugiados son particularmente
vulnerables a los brotes de cólera, epidemia que ha causado la muerte a
más de 7.000 haitianos, así como los embates de la naturaleza, sobre
todo entre mayo y noviembre.
Aunque la población en los campamentos
de desplazados ha disminuido considerablemente desde 2010, casi medio
millón aún viven en tiendas de campaña.
Santo Domingo, R.D., miércoles, 28 de marzo de 2012.
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