Por
Eulalio Almonte-Rubiera
¿Como
resumir, sin faltar a la enjundia, la fecundidad de una semilla que la vocación,
la tenacidad y el talento labraron en los escabrosos terrenos de las tablas y
el celuloide, recreando con pinceladas de historia la vida sin estruendos de Víctor
Pujols?
La
tarea no distaría mucho de tratar de hacerlo con el propio cine dominicano, del
que la memoria culpable ha enterrado su progenitura, como si los siglos no
tuvieran voz para contar su propia historia, y de paso la nuestra.
Jimmy Sierra, el apacible escritor y
director de cine dominicano, se nos revela cual autista que estalla su voz para
que en su pecho no detone el silencio culpable, y con caracteres de luz escribe sobre el
celuloide una página que el tiempo pretendía colocar entre tumbas de olvido.
En el extremo superior derecho, el director de cine Jimmy Sierra; en el celuloide Víctor Pujols.
De la apretada síntesis del curso de vida
de Víctor y sus actuaciones teatrales, brotan con espontaneidad testimonios de
su vida allende las tablas, compartida ahora con el gran publico en recuentos salpicados de lagrimas y sollozos por aquellos
que en su intima cotidianidad conocieron y compartieron sus gustos y preferencias... sin escenarios.
Compañeros, amigos y vecinos parecerían haberse puesto de acuerdo para narrarnos a través de Jimmy las bondades que adornaban
el discurrir cotidiano de un personaje cuya vocación por el teatro latía mas
fuerte que su propio corazón, y que a lo mejor por celos este órgano noble detuvo su marcha y lo
arrancó de la escena que esposa, hijas, nietas y amigos extrañan con gran congoja.
El actor Víctor Pujols, en una de sus representaciones.
Jimmy Sierra.
“Un
actor en busca de un personaje: homenaje a Víctor Pujols”, -así titula Jimmy Sierra el cortometraje en que honra la magnificencia de un personaje que compartió escenario con figuras de la trascendencia de Al Pacino y Andy García, y que se constituye en si mismo en
tributo a los que como Camilo Carrau, y muchos otros, se atrevieron a transitar
los difíciles caminos de la narrativa y la actuación.
Si tienes la oportunidad, andes y sea
testigo de excepción de este testimonio; si el tiempo no le alcanza, pídalo prestado.
Es una excelente ocasión para rencontrarnos con Víctor y aplaudir con
entusiasmo esta nueva entrega de Jimmy y de colaboradores de la talla de
Franklin Domínguez, gloria viviente del drama y la actuación en Republica
Dominicana.
Santo Domingo, R.D., miércoles, 18 de julio
de 2012.
1 comentario:
Fui muy amiga y compañera del bachillerato de Víctor Pujols, no sabía que había muerto.
Lo siento mucho, él tenía una deuda de estudio pendiente conmigo, era un gran compañero y amigo, nos hicimos bachilleres en el Liceo Eugenio María de Hostos.
Luego no volví a verle, hasta que un día me encontré con él en AMUCABA y me dijo que ya era abogado, Lo felicité ahora sólo me resta desear gloria eterna para su alma. Amén.
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