jueves, 30 de agosto de 2012

Gobiernos de partido


Eduardo Álvarez

El papel protagónico del Comité Político del PLD, en la víspera del inicio de este cuatrienio, objeta la preeminencia del actual mandatario, miembro y no cabeza de ese organismo. Euclides Gutiérrez, uno de sus integrantes, llegó a decir que el presidente electo Danilo Medina tenía que consultar el CP antes de nombrar a sus ministros y altos funcionarios. Delicada y confusa situación para un jefe de Estado que no preside su partido. Sortear este dilema debe ser el mayor desafío que confronta el presidente.

Las agrupaciones políticas en el poder tienden a ser efectivos controles de calidad de los  gobiernos que dirigen, o, en el peor de los casos, dueños absolutos de tales gobiernos.  En este caso, asumen el mando principal a través de sus organismos superiores.

En China, por ejemplo, el Comité Permanente del Buró Político, del Partido Comunista de China (PCCh), dirige organiza y dirige su Congreso Nacional cada cinco años, instrumento supremo que elige a los dirigentes del partido y de la República Popular de China (RPCh) por este periodo. Por tanto, el Presidente seleccionado debe estar a la cabeza del PCCh y de la RPCh. En este caso, se producen ambos controles: de poder y de calidad.

La otra cara de la moneda está en la vigilancia del gobierno, a los fines de lograr una correcta administración de la nación. El destacado analista Ronald Brownstein lo ejemplificaba muy bien en un artículo publicado bajo el título ¿Quién está vigilando al presidente? El control de la calidad del trabajo de los dirigentes de un partido es esencial  para la dirección política de la sociedad.  Cuando no funcionan, se produce una "epidemia de incompetencia".

Rafael L. Trujillo Molina.

En el ámbito local no encontramos dignos ejemplos de una u otra fórmula. El Partido Dominicano, a pesar de tener presidentes titulares, era propiedad de Rafael Leonidas Trujillo Molina.  Mario Fermín, Augusto Chotín, Rafael Vidal y Teódulo  Pina fueron simples marionetas. El Reformista fue un instrumento de poder mientras estuvo en manos de Balaguer.

El PRD ha ido alternando, desde  1963, sus roles de opositor y gobernante. En tanto  que el PLD ha ido consolidando una irrefutable vocación de poder, luego de casi cuarenta años de formación y consolidación doctrinal y política, incluyendo doce gobernando.

Solo que, esta vez, la agrupación fundada por Juan Bosch en 1973 pasa por la prueba de definirse como instrumento para cualificar a sus mujeres y hombres al mando de la cosa pública o posicionarse como un medio poderoso cuyos organismos tracen pautas y tengan control absoluto del gobierno, por tanto, del Estado. Modelo político que estaríamos estrenando, probablemente en detrimento de la propia democracia y de los soberanos poderes conferidos al mandatario. Es un proceso que ha ido tomando forma a partir del pasado gobierno, encabezado por su presidente.

Santo Domingo, R.D., jueves, 30 de agosto de 2012.

No hay comentarios:

Translate