Sin temor... ni favor
LUIS ARTHUR
No vino de la Luna o de Marte, ni de país extranjero. Ignorante, no conociendo. No. Ha
estado muy presente en la política dominicana desde hace muchos años. Fue miembro en su juventud de un partido de
izquierda radical, ingresó al boschismo y al PLD. Fue diputado y fue súperministro de la Presidencia
por seis años (4+2), el “hermano que nunca tuve”, casi como la pareja
presidencial. Luce ya haber renunciado
al obsoleto boschismo.
Era el filtro antes del presidente, incluidos los
ministros. Su poder era inmenso y
reconocido. Creó las nominillas para los
miembros de los comités de base de su partido.
A hurtadillas, violando la ley.
Dio empleo a manos llenas, nombró empleados, funcionarios, cónsules,
embajadores y todo su personal. Miembro
del comité político del PLD, fue partícipe destacado en escoger senadores,
diputados, alcaldes, suplentes y ediles y comités de base. Su poder era tanto que pudo anunciar que
tenía en sus gavetas auditorias que comprometían penalmente al régimen
anterior. Nunca les dio curso, solo
servían para amenazar y chantajear.
Tenía un acuerdo con Leonel de primero tú, luego yo. Leonel lo traicionó y él renunció
dignamente. Fue de la cima a la sima. Lucía otra cosa pero era pleito de poder y
dinero, no de principios, ética, ni moral.
Él era el contacto con las bases y mandos medios del
partido, pudo resistir la embestida de todos sus compañeros de las cúpulas
gubernamental y partidaria, que es lo mismo, quienes dirigidos por el
presidente le pusieron todos los obstáculos imaginables. Al perder dijo que le había ganado el
poder. Esperó con bajo perfil cuatro
años y se tiró al ruedo tranquilo y confiado, el presidente ya no se podía
reelegir por mandato constitucional.
Nunca lo atacó. Nuevamente la
bola de chulos, descerebrados, ricos y malos dominicanos trataron hasta de
modificar la Constitución para que pudiera reelegirse, la repulsa pública los
detuvo. Esta vez no valieron
zancadillas, ni insultos, ni amenazas de los demás precandidatos chubados por
el presidente y fue escogido como candidato del partido y éste no tuvo más
remedio que apoyarlo, pero bajo sus condiciones. Era un hombre experimentado y conocedor de
los problemas nacionales.
Lucía un tipo bragado, llamado el estratega del partido,
que se había enfrentado al poder y le estaba doblando el pulso a Leonel sin
mucho ruido, su imagen había crecido
¡Cuán equivocados estuvimos!
16 DE AGOSTO DE 2012. Danilo Medina Sánchez se juramenta con presidente de la República En la foto, Medina recibe felicitación del presidente saliente, Leonel Fernández Reyna.
Desde el momento en que pactó en secreto con el
supuestamente traidor “hermano que nunca tuve”, su candidatura, que iba con
aceptación y austeridad aunque superado por Hipólito, se desbordó en dinero,
estrategias, anuncios, programas, campañas, variedades, regalos,
electrodomésticos, comidas sin cocinar y cocinada, “ticket” de gasolina,
bebidas alcohólicas, hasta armas de fuego y carnet de Senasa por miles. El presidente se dedicó con todo su staff a
hacer campaña diaria, sin límites de gastos, ni combustibles, ni yipetas, ni
helicópteros. Había renunciado a ser el
fiel de la balanza y el presidente de todos los dominicanos. Algo olía muy mal. Hubo guerras de encuestas. Subía.
Cientos de malos periodistas fueron empleados para desinformar,
inventar, calumniar, denostar e insultar a todo el que criticara u oliera a
oposición. (Aún hoy siguen en su labor perversa).
A destiempo le obligaron a seleccionar a la esposa del
entonces presidente como candidata a la vicepresidencia, era el seguro de
impunidad para el caso de que se quisiera eventualmente rebelar, insubordinar,
sacar la espina que todos creíamos que llevaba clavada en el corazón. Desde que se sometió, cruzó los brazos, bajó
la cabeza y temió a una muerte en un país de tanta violencia ante un poder
absoluto, desde que rindió su alma y voluntad y se convirtió en zombi por la
ambición de ser “presidente”, él, que era cuña del mismo palo, les conocía y
sabía hasta donde podían llegar. Si tuvo
“ideas” le fallaron. Le habían ya tomado
la medida a su ambición y a su doblez.
Ya no había vuelta atrás, quedaban claras las jerarquías.
Ganó con muy poco margen pero con inversión
irracionalmente alta y no equitativa, con la compra de votos a granel y la
participación decidida del gobierno, del erario y de la Junta Central
Electoral. ¡Él de nada de eso se daba
cuenta!
Queda claro que con todos sus antecedentes, vivencias y
experiencias, lo podemos calificar como un político curtido y conocedor de
todas las artes de la política vernácula.
Como un político que prefirió ser cola de león, cerca del pichirrí, a
ser cabeza.
Gustavo Montalvo, ministro de la Presidencia.
El 16 de agosto rindió protesta. Su discurso fue
alentador pero al nombrar su gabinete ¡oh decepción! Eran solo palabras huecas. Ahora, a casi dos meses en el gobierno, dice
que no tiene dinero, pero ahí está la ley de Presupuesto con sus ingresos y
gastos asignados y programados, cuya violación conlleva pena legal. Y ahora él, nos amenaza con un nuevo
paquetazo fiscal para que nos sacrifiquemos con un 17% del PIB. No busca dinero achicando el estado,
economizando, reduciendo altos sueldos, pensiones, regalos. No cancela a funcionarios no éticos y
mañosos, y pone el supuesto combate a la corrupción en manos de corruptos. Nada dice del reparto entre familiares y
amigos del proyecto “El Progreso”, en esta fiesta y orgía violando la ley. No ha dicho ni una sola palabra sobre lo que
está a la vista de todos. Finge no ver
ni escuchar, copiando a su jefe Leonel.
Como si no fuera él el responsable de la administración pública y todo
lo que en ella pase.
Con carita de infeliz nos dice que tenemos que aceptar un
incremento de impuestos, que sabemos que son para cubrir esos robos, esos
faltantes, esa orgía que mentirosamente dice desconocía, y nos amenaza que si
no se lo concedemos, entonces él estará cruzado de brazos y vamos a malpasar
por muchos años y no podrá cumplir sus promesas de campaña. ¿Nos amenaza con huelga? Nos da la excusa para despedirlo por incapaz
como sugirió antier Leonel en sus declaraciones ante la embestida del
pueblo. Y luego de la farsa y lloriqueo,
con la misma carita va y nombra otro montón de burócratas que se suman a los
más de 600 mil que existen, tres veces más de los necesarios. Pero son compañeritos a quienes hay que
cumplirles promesas. No cancela botellas
ni nominillas. No importa que no tenga
con qué pagarles, lo buscará en nuestros bolsillos. Si el paquetazo propuesto pasara y nosotros
sacáramos de lo nuestro para pagar la factura del derroche y que siga la
fiesta, nos quedará la posibilidad de divertirnos viéndoles gozar, bailar,
comer y despilfarrar a cuenta nuestra.
Leonel Fernández y el senador Félix Bautista.
El pasado presidente, sus desfalcos, violaciones y robos,
mala administración es tabú. Igual la
monstruosa deuda externa e interna. Le
tiende una amnistía. No reversa ninguna
pensión, regalos ni abusos, ni cancela al nada ético NG, no economiza ni achica
su gobierno, no, luce demasiado asustado, comprometido, temeroso y dominado
(¡Quién sabe a qué se comprometió y que le sabrán!)
Ese nacer torcido lo descalifica para ser presidente,
solo para achichincle, cosa que sospechaba y vengo escribiendo desde hace más
de un año Solo más de lo mismo.
Pocos defienden el paquetazo de impuestos, ese purgante y
enema, a no ser unos pocos como algún polémico y vehemente perestróiko que
deslumbrado por la cercanía al poder vuelve nuevamente a perder el camino, ahora
al final de su vida, como antes lo hizo con la capitalización del sector
eléctrico, origen y causa de la debacle energética.
Santo Domingo, R.D., domingo, 14 de octubre de 2012.
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