De regreso a la primera República

Olaya Dotel

El escenario político de nuestra primera etapa Republicana estuvo dominado por dos organizaciones políticas dirigidas por un déspota y un ladrón ilustrado.

Pedro Santana fue un déspota que no dudó en terminar con la vida de las personas a las que consideraba un peligro para su mantenimiento en el poder, como fue el caso del patricio, Francisco del Rosario Sánchez.

Buenaventura Báez, educado en Europa, lo que le otorgó una formación que estaba muy por encima de los hombres de su época en la media isla, robó de manera descarada, no sólo al Estado dominicano, sino también a la sociedad, siendo una de sus víctimas más visibles los tabacaleros del Cibao.

Ambos caudillos eran conservadores, que no confiaban en que la nueva República pudiera mantenerse de manera autónoma, sin la protección de alguna de las potencias de la época.

Las organizaciones de Santana y Báez, no llegaban a la categoría de partidos políticos, puesto no tenían estructura, ni contenido ideológico doctrinario. Sólo eran grupos de personas que respondían a la voluntad de sus caudillos.

Hoy las estructuras de las dos principales fuerzas políticas, que dominan el escenario político nacional, se diluyen ante la voluntad de Leonel Fernández y Miguel Vargas Maldonado. Lo ideológico y lo doctrinario, ya no son una diferencia entre blancos y morados.

Tanto el Partido Revolucionario Dominicano, PRD, como el Partido de la Liberación Dominicana, PLD apoyaron definir en la nueva Constitución, el inicio de la vida desde el momento de la concepción, lo que pone en peligro la vida de las mujeres pobres.

El PRD y el PLD le entregaron importantes recursos naturales del territorio dominicano a la empresa Barrick Gold, con un contrato leonino, en condiciones que ponen en peligro la sostenibilidad ambiental de la provincia Sánchez Ramírez y de manera especial del municipio de Cotuí.

Aparentemente, la primera República está de regreso…sólo recordar que Santana murió sólo y amargado, mientras que Buenaventura Báez terminó exiliado. (La autora es Politóloga. Maestría en Ciencias Sociales, en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO, Buenos Aires, Argentina. Investigadora especialista en políticas sociales).

Santo Domingo, R.D., miercoles, 14 de abril de 2010

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