El libro de Rafael Núñez; Narcisazo

EL ROEDOR //

Aristófanes Urbáez

“El pasado se parece al presente y el presente al futuro, como una gota de agua a otra gota de agua”. –Proverbio árabe–

El director de Información, Prensa y Publicidad de la Presidencia, poeta y periodista Rafael Núñez, –aunque ignoro si tiene rango de ministro de Estado (él no habla de eso, por razones que les son propias)– ha anunciado que pondrá a circular en su calidad de periodista investigador un libro el próximo día 11 en el Teatro Nacional sobre el sonado caso de José D. Figueroa Agosto, con la presencia del Presidente, el Estado Mayor de las FFAA, y los jefes de la PN y de DNCD. Este tipo de trabajo es válido en todas partes del mundo y supongo que Núñez, rodeado de brillantes juristas en Palacio, habrá hecho las consultas de lugar. Como “opinador” –¡líbreme Dios de otras pretensiones!–, quiero repetir lo mismo que dije del caso PEME en este LD, aunque en escenarios distintos.

El viejo Código de Procedimiento Criminal, que era el que estaba vigente cuando el caso Peme, que involucró –durante el gobierno de Papá HM– a varios peledeístas, establecía que la fase de la instrucción era una sumaria “secreta”, por lo tanto el juez de la Instrucción cotejaba las pruebas, llamaba a los testigos y determinaba los méritos de la acusación, dictando un “Auto de Ha Lugar”, para ir a juicio de fondo o de “No Ha Lugar”, que disolvía el proceso.

En ese entonces, el consultor jurídico del Poder Ejecutivo, el amigo Guido O. Gómez Mazara (foto der.) –previa publicación en toda la prensa por el procurador general de la República, Virgilio Bello R. y el jefe del Depreco, Jesús Féliz, de todos los interrogatorios a los imputados– los editó en un libro que puso a circular en la Academia de Ciencias, el cual poseo. Según los más reconocidos juristas dominicanos y extranjeros, la sumaria de instrucción secreta no podía ser contaminada previa al auto de Ha Lugar que remitía al juicio de fondo, y eso se hizo abiertamente.

Quien escribe afirmó varias veces en este medio, aún ocupado, que si los jueces del fondo se respetaban anularían el juicio, fuesen o no culpables los imputados, porque todo el debido proceso “había sido contaminado”.

¡Así de sencillo! Jesús Féliz argumentó la sandez de que quien suscribe era su enemigo.

Mi alegato era que no podía ser buen jurista a quien vieran vociferando consignas izquierdistas en la UASD con la cara sudorosa y voz ronca. Jesús debe hoy dormir en el limbo de su pobreza ancestral, aunque desmentida por don Cristóbal Deschamps, quien le atribuyera origen oligárquico, pues publicó que repartió las tierras de su herencia. Dicen hoy que anda orondo y grueso.

¡Vamos con Núñez!

Según nota de prensa, el texto del poeta Rafael Núñez trae datos sobre la ‘ligazón’ con la DEA de Figueroa A., preso en Puerto Rico por asesinato; de las propiedades millonarias en poder de la Fiscalía, quiénes lo ayudaron a escapar en PR, las mujeres y jevitos imputados como socios y acusados de supuesto lavado de activos. De allá no sé, pero aquí, de acuerdo con el nuevo Código Procesal Penal, ya los fiscales han hecho acopio de las pruebas, testigos, etc., que harán valer en la audiencia preliminar, las cuales han sido notificadas a los abogados de los inculpados, quienes, también han comunicado a la Fiscalía los medios y pruebas que harán valer, incluidos los testigos, en esa audiencia preliminar al juicio de fondo, cuya audiencia ya está fijada y la jueza competente para oír las partes. La jueza, en dicha audiencia determinará si evacua un “auto de apertura a juicio de fondo”, o un “No ha lugar”.

El “auto de apertura a juicio de fondo” no podrá ser atacado por ningún otro recurso. Y ya en el juicio de fondo, la barra de la defensa, como los fiscales, podrían citar a cualesquiera personas que puedan arrojar luz, claridad, al proceso, a excepción de aquellos que tengan jurisdicción privilegiada, que no es el caso. (Ortega Polanco, pág. 142).

Si el libro de Núñez no es una mera recopilación de lo hecho público por la prensa y aporta elementos nuevos y novedosos, la posibilidad de que sea citado a juicio de fondo queda abierta, pues el artículo 290 del nuevo Código establece que sólo las partes tienen acceso a las pruebas y documentos que harán valer en juicio, pero que es cerrado a “terceros”, y este escribano termina aquí, no sin antes decir que las ciencias jurídicas son fascinantes y hermosas, que nada tienen que envidiar a las ciencias fácticas.

Caso Narcisazo

Conocimos a Narcisazo en la UASD, pero quien más nos acercó a él fue Eladio Uribe, hoy gerente de Relaciones Públicas del Central Romana, quien dirigiera el Movimiento Cultural Universitario. Cuando Narciso era director de Extensión Cultural, lo visitábamos y en cinco minutos escribía en su Olivetti un “El pueblo se queja en verso”, poesía satírica de enorme arraigo popular, que toda su vida compartió con su militancia de izquierda.

Nunca fue apegado a cargos, y era un ser absolutamente intransigente con los principios morales.

Viajaba a los centros regionales a charlas y talleres y jamás cobró dietas o viáticos. Narciso era el humano más contestatario que he conocido. Cuando enfermó no aceptó viajar a Cuba (“por social-imperialista”), ni a EEUU, “el imperio”. Una vez Darío Solano, Samuel Lewis (inspector de Seguros San Rafael cuando JB), nos despedíamos en la F. de Humanidades y una estudiante llegó voceando: “¡Corran, el profesor se puso malo!”. Lo hallamos en el aula 108 como en ataque de epilepsia. Lo llevamos en el Volvo dorado de Lewis al Centro UCE, de la Gómez, y en 20 minutos ya Taty estaba a su lado. Lo que Jimmy Sierra dijo la otra vez en este LD de Taty Vda. González es absolutamente cierto: ¡era una esposa íntegra! (volvemos)

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