jueves, 5 de agosto de 2010

De arriba a abajo






Radhamés Gómez Sánchez

La autoridad y la Iglesia Católica advierten una involución social por la atracción que genera la reclusa Sobeida Feliz Morel.

Llaman a una revisión general por las demostraciones de afecto que recibió la amante del capo boricua José Figueroa Agosto, y montan en cólera por la cautivadora sonrisa que mantuvo al presentarse ante la Justicia.

Están buscando fiebre entre las sábanas.

Hay que hurgar bien en el origen del comportamiento colectivo que ahora se critica.

Seguramente que lo encontraremos en muy particulares comportamientos que han sido aceptados sin censuras.

La sociedad entera imita a sus líderes, a sus dirigentes, a sus gobernantes. Sigue sus ejemplos.

Ha sido tan malo el ejemplo diseminado por tantas violaciones a la ley y a la Constitución, tanta corrupción, tanta complicidad y tanta impunidad, que ya el pueblo sigue las letras.

Es el lucro fácil, la riqueza mal habida, el dinero público ajeno derrochado en parrandas privadas particulares que tiene mal acostumbrada a la colectividad dominicana.

Es el mal ejemplo emanado desde las alturas diseminado en la sociedad que la predispone a recibir con alborozo a Sobeida, disfrutar de su sonrisa o admirar a su galán ausente.

Delincuente es todo aquel que viola las leyes. También lo es quien viola la Constitución, que es ley de leyes.

Jose Ingenieros.

El mal ejemplo del delito impune convoca a la admiración por la dama risueña, despreocupada, captada en las fotos.

Al cabo, ha aprendido la gente hasta a rehuir de las responsabilidades tal como ve que se hace desde arriba.

Nada de esto está bien. Nunca lo ha estado. Ni con el cómplice silencio pasado, ni con la alharaca de ahora. Hay que repetirlo mil veces: esto hay que cambiarlo de arriba a abajo.

Necesita la República Dominicana de una revolución moral que enfrente y termine con las inconductas que permean la colectividad desde hace tiempo, pero que ahora mortifican.

El ejemplo viene desde arriba, y por arriba hay que empezar si de verdad queremos cambiar a la sociedad dominicana.

El país necesita una revolución moral, que cambie esto que ahora vivimos. De arriba a abajo.

Santo Domingo, R.D., jueves, 05 de agosto de 2010

ragosa@gmail.com

http://www.desdemiescritoriord.blogspot.com/

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