lunes, 9 de agosto de 2010

Las cuentas claras




Crónica del presente //
Euclides Gutiérrez Félix

El viernes pasado que estábamos a 6, en el matutino Hoy y en este mismo vespertino, el autor de esta columna en sus funciones de Encargado de la Superintendencia de Seguros hizo público el dispositivo de la sentencia dictada en fecha 29 de julio por el Tribunal Superior Administrativo, en el cual se consigna el desistimiento invocado por Participación Ciudadana en relación con el recurso de amparo interpuesto por esa organización contra el suscrito, en su calidad de encargado de la oficina que fiscaliza y regula la importante actividad del negocio de seguros en República Dominicana. Esa actividad mueve la astronómica cifra de 23 mil millones de pesos al año y, dentro del sistema capitalista es una real y efectiva manera de ahorrar dinero para garantizar la salud y una existencia mejor para aquellos que la utilizan.

Juan Bolivar Diaz Santana.

Aunque en el “galloloquismo” propio y muy particular del pueblo dominicano, especialmente en la pequeña burguesía urbana, a un licenciado en esa profesión se le ocurrió proponer en días pasados que, al igual que otras oficinas del Estado, la Superintendencia fuera clausurada porque no rendía una labor importante. Pues bien, esa idea fue acogida, al parecer, por un periodista de la experiencia y el nivel de Juan Bolívar Díaz quien la comentó, con agrado, en su leída columna de Hoy, quien además del oficio que desempeña, es un importante e influyente miembro, o militante y según rumores jefe clandestino, de esa singular organización que “motu propio” se ha designado y proclamado, acechadora, vigilante y control de los recursos del Estado señalando a su conveniencia, tal vez por razones de antipatía, cuáles somos los funcionarios que debemos rendir cuentas en virtud de lo que dispone un mamotreto jurídico llamado Ley General de Libre Acceso a la Información Pública 2000-04, que además de populista es también otra expresión del “galloloquismo” dominicano.

El autor de esta columna ha dicho, en este mismo periódico y en los cientos de programas de radio y televisión que hemos participado en 50 años de vida publica, que los funcionarios del Estado somos como los carros y las guaguas públicas a los cuales todo el mundo tiene derecho de abordar y particularmente aquellos servidores de la burocracia Estatal que manejamos fondos públicos como responsables, por las disposiciones de los nombramientos que expide el presidente de la República y las leyes que rigen el funcionamiento de esas oficinas y dependencias del Estado.

En nuestra calidad de encargado de la Superintendencia de Seguros no existen razones que generen temor para no complacer la solicitud que haga cualquier ciudadano u organización, de que demos cuentas de los fondos que por disposiciones legales están bajo nuestra responsabilidad. Aunque bajo ninguna circunstancia vamos a temblar de miedo o a callarnos la boca, cuando se quiere utilizar el temor y el chantaje contra funcionarios y políticos profesionales que hemos observado en el magisterio, en el ejercicio de nuestra profesión y en las actividades políticas, una conducta responsable. Hay otros terrenos donde se debe explorar, no en el nuestro.

Santo Domingo, R.D., lunes, 09 de agosto de 2010

http://www.elnacional.com.do/opiniones/2010/8/9/56879/CRONICA-DEL-PRESENTE

http://www.desdemiescritoriord.blogspot.com/

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