Trujillo: ¿Cómo hay que juzgarlo?

Ubi Rivas //

Tribuna abierta

Ahora que se han cumplido 49 años de la eliminación física del generalísimo Rafael Leonidas Trujillo y que el país enfila hacia el medio siglo de ese hecho trascendente que culminaron 31 años y siete meses de tiranía absoluta, pienso que, desde ya, el Ministerio de Cultura debe propiciar una encuesta entre historiadores, politólogos, cientistas y periodistas, para publicarla el 30-05-2011.

En Estados Unidos de América los sucesos más relevantes tenidos como secretos por los organismos de inteligencia de la superpotencia, son desclasificados a los 25 años y situados en la Biblioteca del Congreso de Washington, D.C. expuestos a la curiosidad de interesados en la investigación histórica.

En 1956, el generalísimo Trujillo auspició una encuesta en relación al prócer Francisco del Rosario Sánchez, o Francisco Sánchez del Rosario, mejor expresado, con el propósito de esclarecer algunos vericuetos en la vida del mártir de El Cercado, que publicó el diario El Caribe y que no se recogió en un libro, y aún es tiempo de que el ministro de Cultura, el competente y laborioso José Rafael Lantigua publique.

Rafael Leonidas Trujillo Molina.

Al siguiente año, 1957, Trujillo volvió a auspiciar una encuesta en esta ocasión referente al general Pedro Santana y Familia, que sí recogió en un libro el notable e inolvidable historiador y amigo personal del suscrito, Manuel de Jesús Goico Castro, lamentablemente ido, que conservo dedicado.

De manera muy recurrente, cuando se alude a la persona de Trujillo y su gobierno despótico, se refiere a los crímenes que empezaron desde el mismo fatídico 23-02-1930, que asombraron al país el 03-06-30 cuando el escritor y poeta disidente Virgilio Martínez Reyna fue asesinado en San José de las Matas junto a su esposo embarazada, Altagracia Almánzar, por sicarios del criminal general José Estrella.

Una orgía de sangre que eliminó a unos tres mil dominicanos en 31 años y siete meses y que produjo otra consternación terrible el 25-11-60 cuando cayeron asesinadas las hermanas Patria, María Teresa y Minerva Mirabal, de las cuales sólo la última, era política, esposa del doctor Manuel Aurelio Tavárez Justo, la referencia política más impoluta del Siglo XX dominicano.

Pero Trujillo, como todo ser humano tiene sus pro y sus contra, su anverso y reverso, su luz y su sombra, sus cosas positivas que las tuvo, y muchas, y negativas, que porfiaron las primeras, y lo que procede es colocarlas cada una en su lugar, no agigantar una y silenciar otra, porque nadie, excepto Jesucristo, sólo tiene cosas buenas, y sí todos tenemos cosas malas, unos más de lo primero que de lo segundo y viceversa.

Central Rio Haina, desmantelado hace ya algunos años.

Resulta sospechoso para el suscrito, muy distante por nexo familiar de ser trujillista, que de manera reiterada los que enjuician la Era de Trujillo, omitan que fue el Benefactor de la Patria, como le decían sus áulicos, el Padre de la Patria, como le llamaban los ganapanes del ditirambo rastrero, quien consolidó la industria nacional, sobre todo la azucarera, que en gran parte, cierto, era suya, pero que no se la llevó nunca, que no la vendió, que dejó estructurado el CEA y el andamiaje de CORDE, que el presidente Joaquín Balaguer desintegró y dilapidó ambos emporios, sin dejar huellas de ese patrimonio colosal.

Los que enjuician a Trujillo parcial, con evidente iniquidad, silencian que elaboró el Código de Trabajo, construyó una red de canales de riego formidable, creó la Secretaría de Trabajo, construyó el Palacio Nacional, Palacio de Bellas Artes, Maternidad San Rafael, Archivo General de la Nación, Palacio de la Policía Nacional, hoteles Jaragua San Cristóbal, Montaña, Nueva Suiza, Marién, Matum y Guarocuya.

El diario El Caribe era dirigido por Rafael Herrera Cabral, la más alta cumbre de sapiencia, cultura, humildad y honestidad del periodismo de todos los tiempos de nuestro país, propulsor y maestro de periodistas y cabestro de intemperantes, fariseos y díscolo de todos los vericuetos de las vibraciones autóctonas.

Joaquin Balaguer Ricardo.

En la encuesta aludida concurrieron con aportes sesudos, notabilidades dortejantes de Clío, los historiadores Emilio Rodríguez Demorizi, Ramón Emilio Jiménez, Rafael Augusto Sánchez Perelló, Julio A. Cambier, José Furcy Pichardo, Fabio A. Mota, entre otros.

Con anterioridad a esa encuesta, expresaron sus pareceres en relación al general Santana, los historiadores Manuel Arturo Peña Batlle, César Herrera Cabral, Ramón Marrero Aristy, Gilberto Sánchez Lustrino, José Ramón López, Pedro Henríquez Ureña, Máximo Lovatón Pittaluga, Arturo Logroño y Leonidas García Lluberes, Carlos Sánchez y Sánchez.

El 26-05-2010, El Nacional publicó una encuesta digital inquiriendo si Trujillo ha sido el peor de nuestros gobernantes, un 56% expresó que no y un 44 que sí.

El 29-05-2010 El Caribe insertó una sección de ocho páginas dedicadas a conmemorar el 49 aniversario de la desaparición violenta de Trujillo, y con la excepción del escritor y periodista Miguel Guerrero, todo versó sobre los crímenes del “Perínclito Barón de San Cristóbal”, y así no se hace la historia y se contribuye muy poco a edificar a las generaciones interminables, la verdad en los pro y los contra de la Era de Trujillo y su personaje central.

Ramon Marrero Aristy

Trujillo creó el Instituto Dominicano de Seguros Sociales, que le decían La Caja, barrios de mejoramientos sociales para obreros en Ozama y Luperón, esto, que a la postre le costó la vida, porque los declaró de utilidad pública y se los quitó a la familia Vicini, que conspiraron en Washington valiéndose de cabilderos y determinaron en gran manera el 30 de mayo de 1961.

Centros de mejoramiento genético del ganado vacuno, caprino, caballar, porcino, Estaciones de Monta y Remonta, le llamaban.

Colonias fronterizas en Guayajayuco, Mariano Cestero, Río Limpio, Dajabón, Constanza, Higüey, con nacionales españoles, japoneses, finlandeses, con el propósito de aumentar la producción y reducir la negritud que tanto le atormentaron, intentando en vano escabullirse de sus ancestros africanos por parte materna.

Construyó puentes, carreteras, caminos vecinales, el puente-canal de la Herradura en 1940 que aún ofrece servicios.

Don Rafael Herrera Cabral.

De manera que Trujillo no sólo ordenó eliminar opositores y se valió de sicarios para esos fines abominables, sino que también fue servido por los intelectuales más brillantes de la historia dominicana como los hermanos Pedro y Max Henríquez Ureña, Fabio Mota, César y Rafael Herrera Cabral, Emilio Rodríguez Demorizi, Tomás Hernández Franco, Pedro Troncoso Sánchez, Gilberto Sánchez Lustrino, Manuel Arturo Peña Batlle, Ramón Emilio Jiménez, Germán Emilio Ornes Coiscou, Rafael Vidal Torres, Roberto Despradel, Francisco Prats Ramírez, Ramón Marrero Aristy, Abelardo René Nanita, Pedro René Contín Aybar, Manuel de Jesús Goico Castro, Juan Sánchez Lamouth, Pedro Vergés Vidal, José Almoina Mateos, Jesús de Galíndez, Andrés Requena y el más sobresaliente de todos, Joaquín Balaguer, quien le sobrevivió y le sustituyó provisionalmente en el mando y luego por 22 años, también de luces y sombras.

Amerita imponer la balanza de la imparcialidad y la verdad en relación a juzgar y describir la Era de Trujillo, y es lo que pienso debe asumir desde ya el ministro de Cultura, enfilando el año próximo que cumplirá el medio siglo del ajusticiamiento del generalísimo Rafael Leonidas Trujillo, El jefe.

Jose Miguel Soto Jimenez.

Convocar, y pagarles, a historiadores como Frank Moya Pons, Roberto Cassá, Filiberto Cruz Sánchez, Jaime de Jesús Domínguez, Ismael Hernández Flores, José Miguel Soto Jiménez, Juan Daniel Balcácer, Edwin Espinal Hernández, Bernardo Vega Boyrie, Carlos Amarante, Francisco Rodríguez de León, Santiago Castro Ventura, Lino A. Romero, José Israel Cuello Hernández, Miguel Guerrero, Ramón Antonio Veras (Negro), Euclides Gutiérrez Félix, el único que ha enjuiciado imparcial a Trujillo en su monumental obra “Trujillo, monarca sin corona”; Ciriaco Landolfi, Manuel Matos Moquete. También a Fernando Infante, Cándido Gerón, Juan Ventura, Hamlet Hermann Pérez, Chichí de Jesús Reyes, Franklyn Franco Pichardo, Bernard Diedritch, Abraham Lowental, Silvio Torres Saillant, Aníbal de Castro, Juan Bolívar Díaz, Rafael Molina Morillo, Adriano Miguel Tejada, Bienvenido Álvarez Vega, Mario Bonetti, María Elena Muñoz, León David, Miguel Franjul, Emmanuel Castillo, Persio Maldonado, Manuel Quiroz, Diógenes Céspedes, Emilio Cordero Michel, Belarminio Ramírez Morillo, César Pérez, Rosario Espinal, José del Castillo, Guillermo Piña Contreras, Leonel Fernández Reyna, Wilfredo Lozano, Pedro Gil Iturbides, Mukien Sang Ben, Víctor Grimaldi, Andrés L. Mateo, Hugo Tolentino Dipp, Marcio Veloz Maggiolo y Mateo Morrison.

Patria, Minerva y Maria Teresa Mirabal, y Rufino de la Cruz, asesinados Era de Trujillo.

Esa encuesta, a 50 años de la eliminación física de Trujillo, podría producir una versión y visión completa, diferente, balanceada, en relación al personaje que dominó al país y a sus conciudadanos con mano férrea, sin escrúpulos, sofocando por completo la disidencia, pero insertando a RD en el contexto moderno del mundo epocal.

Propiciar una auscultación fidedigna dentro de los parámetros más imparciales que permita la condición humana en relación a un personaje asaz controversial, pero imposible de borrar con un “liquid paper” de la historia vernácula, y sin que puedan asomar amenazas de violar la ley 5880 del 03-05-62 del Consejo de Estado que prohíbe alabanzas o exaltación de Trujillo y sus familiares.

Como propuso precisamente el generalísimo Trujillo con el patricio Francisco del Rosario Sánchez y el general Pedro Santana, conforme como referí.

Concluyendo, Listín Diario del 30 de mayo último, vertió siete páginas de su primer cuerpo contentivo de importantes artículos referentes a la Era de Trujillo y repitió el 31 de mayo otra tanda de importantes versiones.

Santo Domingo, R.D., domingo, 08 de agosto de 2010

http://www2.listindiario.com/puntos-de-vista/2010/8/7/153849/Trujillo-Como-hay-que-juzgarlo
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