miércoles, 8 de septiembre de 2010

Un congreso para... ¿legislar?




Ágora //
Laura Castellanos

El nuevo Congreso ya asumió con muchos legisladores que repiten y otros tantos que se estrenan. Sin embargo, en sus primeros días, los debates han sido sobre cualquier cosa, menos sobre proyectos.

Las curules todavía están frías y ya retomamos los intentos de igualar los salarios de los senadores al de los diputados. En el cálculo, siempre se olvidan las dietas, viáticos, gasolina y otros ingresos, sin contar al nutrido “barrilito”. El debate se ha guardado para un mejor momento, mientras la prohibición constitucional de un aumento para beneficiarse a ellos mismos se ha intentado obviar con una aprobación “administrativa” previa al 16 de agosto.

Pero en cuestiones de dinero, resulta que en el Senado los millones sobran, por lo que volvemos a las ya viejas controversias de la realidad de las Declaraciones Juradas de Bienes. Desde los que tienen mala memoria y olvidan hasta los inmuebles que poseen, hasta los que han sorprendido con patrimonios rimbombantes e insospechados, los senadores y sus declaraciones evidencian las debilidades de un sistema que carece de supervisión y comprobación.

Y aunque el dinero parece estar primero, la política viene después.

El presidente de la Junta Central Electoral, Julio Cesar Castaños Guzmán, habla a los nuevos legisladores (agosto, 2010)

Los pulsos de poder político han trascendido a los pasillos del Senado, en los cuales algunos senadores se pavonean entre decenas de seguidores cuyo trabajo, lejos de la labor legislativa, no es otro que el de inflar algunas aspiraciones políticas ya hipertrofiadas por la suerte.

Mientras, en la Cámara de Diputados las sesiones transcurren con agendas cargadas de mucho trámite y de poco contenido. Sobran las intervenciones impertinentes de algunos diputados y las interrupciones vergonzosas de tantos otros que muestran más vocación para vitorear en una grada que para debatir en el Congreso. Por demás, inician con la advertencia de suspensión salarial para los muchos que han olvidado presentar sus declaraciones.

De forma subsidiaria, en un tercer o cuarto plano, algunos proyectos distinguen a pocos legisladores que intentan enriquecer las agendas despobladas de novedades. Lamentablemente, si medimos en base a este panorama, parecería que al Congreso se llega con muchos propósitos, menos el de legislar…

Santo Domingo, R.D., miercoles, 08 de septiembre de 2010


No hay comentarios:

Translate