sábado, 16 de octubre de 2010

El modelo económico del PLD anda por mal camino




Juan Núñez Collado

Parece mentira que el doctor Leonel Fernández, y con él todo su equipo económico, que se ufanan de ser los mejores conceptualizadores, no hayan entendido a la luz de la historia político-económica de las últimas décadas que tanto el mega- Estado como el Estado fiscalista fracasaron.

Fracasó el mega-Estado que no entendió que la alta productividad de los individuos y de las naciones, no el asistencialismo clientelista, es el camino más correcto para una buena distribución de la renta entre los ciudadanos.

Así nos preguntamos: ¿Ha funcionado el mega-Estado en los países desarrollados de la Europa Occidental y en los Estados Unidos?

La respuesta es que sí fracasó tanto en los países de la Europa Occidental y en Estados Unidos, como en la Alemania de Hitler y en la Unión Soviética de Stalin.

Una buena distribución de la renta de una Nación está condicionada a dos factores imprescindibles: A-1) Educación ciudadana como base para mejorar la productividad y competitividad de una Nación.

Foto de infantes recibiendo en Cuba sus pimeras ensenanzas.

Pero desafortunadamente tenemos un Presidente que tiene un discurso retórico formidable sobre la Educación, negado éste por la baja inversión en Educación como el factor más decisivo para la productividad y competitividad de una Nación.

En este espíritu de contradicción permanente a la luz de una doble moral, donde se dice una cosa y se hace otra muy diferente, se firmaron varios Acuerdos de Libre Comercio. Mientras no se invierta en Educación como base para mejorar la productividad y competitividad, estaremos arrastrando un gran déficit comercial con Estados Unidos y todos los países centroamericanos con los que firmamos Acuerdos de Libre Comercio.

Pero lo más preocupante es que no se quiere cambiar un modelo que históricamente ha fracasado y se persiste en querer imponer un Estado-fiscalista que jamás funcionará.

Estudiantes dominicanos recibiendo docencia sentados en bloques de cemento.

También se hacen cómplices de esta situación tanto el FMI como los organismos multilaterales que siguen empujando el modelo fiscalista, a pesar de su fracaso.

En este sentido es muy desalentador el compromiso que nuestro Gobierno acaba de asumir de una reforma fiscal, para un país donde los agentes económicos estamos poco menos que asfixiados por un fiscalismo que nos obliga a pagar por adelantado y no nos deja competir, ya que los impuestos y todas las deficiencias de un Estado fallido los tenemos que pagar los pocos que estamos en el trabajo productivo, manteniendo una numerosa burocracia que en vez de ayudar al que trabaja lo estorba de mil maneras.

Esta tesis de que solamente la Educación y la productividad nos llevarán a poder competir y combatir la pobreza eficientemente, el brillante economista suizo-italiano Wilfredo Paretto (1848-1923) la expresó así: “La distribución de la renta entre las clases sociales está determinada por sólo dos factores: La educación y la productividad”. Así él señala que cuanto más productiva sea una economía, mayor será la igualdad de renta; cuanto menos productiva mayor será la desigualdad. Los impuestos, afirma la Ley de Paretto, no pueden cambiar esta situación. Por esta razón es que sostenemos la tesis de que con un Gobierno del PLD es imposible ser productivo y competitivo y consecuentemente combatir la pobreza de forma eficaz.

Por la vía de un Estado fiscalista no hay oportunidad para la productividad, competitividad y menos para un combate real y efectivo de los altos niveles de pobreza que tiene la República Dominicana, ya que un 45% de la población es pobre.

Tenemos que luchar por un cambio de paradigma o pereceremos como Nación.

Santo Domingo, R.D., sábado, 16 de octubre de 2010

No hay comentarios:

Translate