El tiro errado

Julio Martínez Pozo 

Titular principal del Listín Diario: “Elección de Junta sube las fricciones en el PRD”. Cabeza de portada de El Caribe: “El PRD se divide en torno a la JCE”. Los reparos que un sector del Partido Revolucionario Dominicano ha externado sobre la escogencia de la nueva Junta Central Electoral, no han concitado mayor incidencia, precisamente porque no encarnan una visión de partido, sino un resentimiento grupal. 

El PRD, no ha protestado como lo hicieron en el pasado los Partidos de la Liberación Dominicana y Reformista Social Cristiano, por la exclusión, sino que lo ha hecho porque el miembro escogido para velar por un equilibrio que preserve los intereses de esa organización, no es un representante de la corriente de Vargas Maldonado, quien de manera inapropiada jugó a dos líneas contradictorias, por lo que no podría aguardar ninguna otra cosa que lo que ocurrió. 

Roberto Rosario. 

Aunque no se quiso arriesgar sustentando una proposición, jugó a que se la otorgasen por debajo de la mesa y sin compromiso, y peor aún, hasta en las gestiones soterradas se pecó de indefinición, pues iban y venían supuestos sugeridos del presidente del PRD, sin que los que tenían que hacer la elección supieran a qué atenerse. 

Pero mientras los supuestos preferidos de Vargas Maldonado cabildeaban, sin más aval que el de ellos mismos, no había duda de que cerca de sesenta diputados de todas las fuerzas que inciden en el PRD, habían depositado un documento de apoyo al doctor Eddy Olivares, quien, en consecuencia fue el único propuesto de la esfera del PRD. 

Olivares alcanzó tal nivel de endoso, porque se le sabe incorruptible, capaz, firme y juicioso a la hora de tomar decisiones. 

El sector de Miguel Vargas (foto der.) adoptó una línea de ataques a la figura del doctor Roberto Rosario Márquez, bajo la creencia de que por esa vía encontraría el camino de una propuesta de negociación para resultar complacidos en cuanto al señalamiento de un miembro de la JCE, pero erraron el tiro, maltratando innecesariamente a un magistrado que ellos mismos habían colmado de elogios por lo que aportó para evitar que el PRD se hundiera en el caos. 

Nadie merecía más que Roberto Rosario, la presidencia de la JCE, porque después de haber presidido la Cámara Administrativa con una labor que ha merecido el reconocimiento de partidos, iglesias, empresariado, sociedad civil y organismos internacionales de observación electoral, ni él hubiese aceptado ni lo iban a escoger sólo como miembro de la JCE. 

Su problema con el sector del PRD que lo cuestiona, consistió en su firmeza en la sujeción a la ley, puesto que para tratar de justificar una derrota que estuvo claramente pintada, se pretendió que se autorizada algo expresamente prohibido, a menos que no se haya producido en la mesa de votación: un reconteo de votos. 

En muchas mesas donde perdió la elección senatorial, el PRD ganó la municipal, lo que indica que en ese proceso ganó el que alcanzó mayor votación, que es lo que ocurrirá en los procesos que monte este nuevo bufete que integran Roberto Rosario, José Ángel Aquino, Rosario Graciano, Francisco Féliz y Eddy Olivares. Su compromiso es con la historia. 

Santo Domingo, R.D., domingo, 10 de octubre de 2010 

(eltribunaldelatarde@yahoo.com)  

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