Julio Cury
El pasado domingo, Leonel Fernández declaró que el PLD merece retener el poder porque ha mantenido la estabilidad macroeconómica, y en referencia a la gobernabilidad, aseguró que “Esto no es cuento, esto no es relajo, esto no es cuestión de llegó jajá”. Esa sarcástica alusión al eslogan “Llegó Papá” es señal inequívoca de que Hipólito Mejía, parafraseando al Quijote, está avanzado.
Los peledeístas pueden criticarlo dentro de los límites de respeto que establece el derecho al honor que consagra el artículo 44 de la Constitución. Sin embargo, cebarse en una expresión popular, más auténtica, por cierto, que “El nuevo camino” y “El león del PLD ruge”, constituye una manifestación de desesperación, sobre todo porque nadie en el PLD ignora que la personalidad jovial del ex gobernante armoniza con su valor para llevar sus aspiraciones al terreno de las ejecuciones.
Si el PLD mereciese seguir gobernando por haber estabilizado el tipo de cambio, ¿pudiésemos opinar igual si tomamos como referencia el nivel de desempleo, la balanza de pagos, la deuda pública y el índice de pobreza, que según el reciente informe del PNUD supera el 48% de nuestra población? Más aún, la tasa de desarrollo humano apenas creció un 6.3% entre el 2000 y el 2010, porcentaje inferior a la media del resto del mundo, que fue de 9.3%.
De acuerdo con el PNUD, “Los datos demuestran que el crecimiento económico es importante, pero el progreso en salud y educación puede lograrse aun cuando el crecimiento económico no lo acompañe”. Ciertamente, no se trata de ningún cuento ni relajo, pero sí es cuestión de que llegue Papá, porque la estabilidad de las variables macroeconómicas, ni siquiera con el auxilio de las políticas asistencialistas que con pestilente olor a demagogia ofrecen las autoridades, ha sido suficiente para permitirle a la mitad de nuestra población superar las conmovedoras privaciones que la hostigan.
Santo Domingo, R.D., miércoles, 17 de noviembre de 2010
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