viernes, 26 de noviembre de 2010

Una petición de mano, muy original.

Venecia Joaquín

Muy emocionada, mi amiga Germa me narro la forma en que su hijo, acababa de hacer la petición de mano de su novia. La verdad que fue original. 

En los tiempos actuales casi no se estila. Es un vamos a lo que vinimos. Muchas parejas piensan en casarse cuando han procreado uno o dos hijos que le sirven de pajes. Formalizar un compromiso de amor con fines de contraer matrimonio, esta desapareciendo. Pero hacerlo como lo hizo este joven, es sencillamente increíble. Propio de una novela romántica. 

Tico y Ame, son novios desde hace varios años, con pleitecitos y rompimientos incluidos. Ella es maestra en un colegio bilingüe. Sus alumnos tienen alrededor de cinco años. Su novio decidió pedirle que se casara con el, en pleno salón de clase. Teniendo como testigo a los niños y con su complicidad. ¡Tremenda señal de sentimiento firme! Además, necesitaba un núcleo afectivo, lleno de ternura, importante para ella, que la acorralara. Como decimos en mi campo “andaba con la soga a rastro”. 

Le contó a la Directora del colegio su plan. Le pidió su autorización y ayuda discreta. Que fuera una sorpresa para su novia. Acepto encantada. Era algo novedoso y la protagonista una de sus profesoras. Entusiasmada, considero hacerlo en el área de recreo, con todos los alumnos. 

Llego el día. Estaba lloviendo. Se vieron precisados a organizarlo en el salón y solo con los alumnos de Ame. A media mañana, ella recibió un ramo de flores de su novio con un mensaje...” Te amo”. Se extraño que llegara a su lugar de trabajo. Jamás se le ocurrió lo que venia a continuación. 

Como parte del plan, la Directora la llamo a una reunión en la oficina. La idea era dar tiempo a que prepararan el área. Cuando Ame volvió, allí estaban los niños, de pies, con cartelones que decían ¿Quieres casarte conmigo? Los miraba incrédula. Se quedo en suspenso. 

Entonces, entro su novio. Elegante y nervioso. Se arrodillo frente a ella y le dijo ¿Quieres casarte conmigo? Acto seguido, le puso un hermoso anillo de compromiso. La novia estaba perpleja. No podía ni hablar. Se abrazaron entre lágrimas y risa. ¡Acepto! Todos los alumnos aplaudieron. 

El novio salio con una esplendida sonrisa. Ella, ligeramente aturdida, termino sus labores. Luego, en un acogedor restaurante, se reunieron con familiares y amigos cercanos a celebrar el acontecimiento… ¡Que hermoso derroche de ternura!

Santo Domingo, R.D., viernes, 25 de noviembre de 2010

No hay comentarios:

Translate