sábado, 4 de diciembre de 2010

El 4%E: Símbolo de una redención postergada


El Bulevar de la vida // 

Pablo McKinney 


Desde los gloriosos años setenta y su “cinco por ciento pa’ la Universidad”, no recuerda uno un slogan más contundente, unificador y convocante que este. 

El “cinco por ciento pa’ la universidad” fue un símbolo de lucha social que marchaba más allá del reclamo que sus letras decían. 

El lema fue la pancarta de lucha de una juventud entonces “enamorada de un puro ideal”. Su fuerza traspasó los muros de la UASD, y se movilizó toda la juventud del país. 

En verdad, no se trataba tan solo del 5% para la universidad, sino del 100% por la vida, por una juventud que entonces era asesinada en las calles, barrios o escaleras del país. 

De igual manera, el reclamo de un 4 por ciento para la Educación (4%E) es mucho más la aplicación de una ley, que es casi todo. (¿Si el Estado no cumple las leyes que benefician al ciudadano, cómo podrá hacerle cumplir las que afectan su bolsillo? 

A partir de 1978, con sus honrosas y temporales excepciones, cada gobierno ha sido aquí el anticipo de un desencuentro. Cada programa de gobierno ha sido una oda a lo que no será. 

Todos los gobiernos de las supuestas fuerzas progresistas del país, terminan siempre a rastras. Hagan memoria desde el 1978 hasta ayer, ay, que los ejemplos sobran en fortunas de escándalo, inexplicables fortunas que todo el mundo conoce menos el DEPRECO, o como se llame. 

Para colmo de males, los corruptos de cada partido se superan los unos a los otros en cada gestión gubernativa. ¡Joder! ¡Don Radha! ¡Cuánto talento para prevaricar, fantasmear empresas, lavar dinero europeo, empoderar lobbistas amigos para que realicen el trabajo coprológico de tal ministerio, engancharse a empresario de la nada… y mil sonetos más del cinismo y una M. 

Es en medio de esta tolvanera de hartazgo nacional, cuando viene y sale el sol que es amarillo, según mis fuentes, y lo hace para iluminar de fe y esperanza a un país literal, existencial y éticamente apagado. 

No se trata tan solo del 4%E. sino del 100 por ciento para la esperanza, para reencaminar un país que, peligrosamente, va perdiendo la fe en sí mismo y, frustrado, desconfía ya hasta de su sombra, y por supuesto de su clase política toda. Absolutamente toda. 

Éticamente, el país no da más. Como no da más su escenográfica democracia en Pampers. 

Si por amor, más de una vez, todos hemos pasado de las palabras a los besos, entonces, para que vuelva la esperanza a esta patria en bandolera, es quizás el tiempo de pasar de las palabras a los hechos, o mejor, del concepto al tanto por ciento. 

Y queda aquí la advertencia: El 4%E es mucho más que el 4%E. Es el símbolo de una redención postergada. 

Santo Domingo, R.D., sabado, 04 de diciembre de 2010

http://www.elnacional.com.do/opiniones/2010/12/4/68408/El-Bulevar-de-la-vida

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