Editorial El Día
El Gobierno y los empleadores privados están muy equivocados al pensar que los fondos aportados para el riesgo laboral dentro de la Seguridad Social les pertenece a ellos.
Esos son recursos de los trabajadores. Lástima que tampoco sepan eso los representantes de las organizaciones sindicales dentro del Consejo Nacional de la Seguridad Social.
Si entendían que los 8 mil millones de pesos acumulados por la Administradora de Riesgos Laborales (ARL) debían ser repartidos, el beneficiario de esa piñata debió ser el trabajador, propietario legítimo de esos recursos.
Pudieron, por ejemplo, usarlos para engrosar los fondos de pensiones de los trabajadores.
Pero el Gobierno y los empleadores decidieron repartirse hasta 2,200 millones de pesos por encima de los 8 mil millones que tenía disponible la ARL, con la única oposición de los representantes de los médicos y los técnicos de salud dentro del Consejo de la Seguridad Social.
Probablemente el reparto se haya sustentado en un atajo jurídico similar al usado en el tollo de la elección del secretario general de la Liga Municipal Dominicana, pero envía una peligrosa señal para el futuro.
Si ahora se repartieron entre ellos los fondos de la ARL, nada quita que mañana hagan lo propio con los Fondos de Pensiones.
La ARL pasó de un plumazo de tener 8 mil millones acumulados a tener compromisos futuros que superan en 2,200 millones su disponibilidad.
Técnicamente ahora está endeudada.
Santo Domingo, R.D., viernes, 28 de enero de 2011.
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