La violencia en Egipto no ha logrado desmovilizar a la oposición.
BBC Mundo
La protesta contra el gobierno del presidente egipcio Hosni Mubarak en el corazón de El Cairo resistió sus horas más violentas, luego de los primeros enfrentamientos directos entre partidarios del mandatario y manifestantes antigubernamentales, que dejaron al menos cinco muertos y 836 heridos, según el ministro de Salud.
Lo que empezó en horas de la tarde del miércoles como enfrentamientos con palos, piedras y bombas molotov en la plaza Tahrir (Liberación), dio paso en la madrugada del jueves a disparos con armas de fuego que provocaron la muerte de al menos dos manifestantes de la oposición.
Según un corresponsal del servicio árabe de la BBC, la mayoría de los simpatizantes de Mubarak ya se retiraron de la plaza, que comienza a llenarse de nuevo con gente que exige la renuncia del mandatario, en el poder en Egipto desde hace 30 años.
Los opositores a Mubarak se están volviendo a congregar en el centro de El Cairo.
Pero para el periodista de la BBC Ian Pannell, quien está en la capital egipcia, todo indica que este jueves "será otro día violento en El Cairo, pues la batallas por el control de las calles y el futuro del país continúa".
El gobierno insistió en que no habrá diálogo mientras continúen las protestas; la oposición insiste en que no habrá diálogo mientras no dimita Mubarak.
Y el papel del ejército -que el miércoles no hizo nada para evitar la violencia- se anticipa, una vez más, como fundamental.
Fortalecidos
Para el editor de asuntos internacionales de la BBC, John Simpson, los choques con grupos pro Mubarak parecen haber fortalecido aún más el empeño de los opositores de línea dura de permanecer firmes en su protesta contra el gobierno en la céntrica Plaza Tahrir.
También son varios los analistas consideran que justo cuando la protesta antigubernamental comenzaba a enfriarse, la entrada en escena de los simpatizantes del presidente hizo que se calentara de nuevo.
Según el editor para asuntos del Medio Oriente de la BBC, Jeremy Bowen, la masiva movilización de simpatizantes de Mubarak tiene los ingredientes de haber sido dirigida desde el oficialista Partido Nacional Democrático (PND), lo que ha molestado todavía más a los manifestantes antigubernamentales.
"Más que espontánea, ha sido muy bien organizada", dijo Bowen.
Y esto aumenta la incertidumbre en torno a la resolución de la crisis, ya que el presidente Mubarak insiste en gobernar hasta después de las elecciones previstas para septiembre.
Las protestas opositoras exigen su salida inmediata del poder.
"300 muertos"
Según cifras que maneja Naciones Unidas, el levantamiento popular contra el gobierno de Mubarak ha dejado ya 300 muertos en más de una semana de movilizaciones en las principales ciudades de ese país del norte de África.
Este manifestante es uno de los 600 que se estiman resultaron heridos en la jornada de este miércoles.
Y la posibilidad de que ese número se dispare es más real ahora que se ha agregado el componente de enfrentamientos entre opositores y simpatizantes del gobierno.
La gran incógnita, sin embargo, sigue siendo la actitud que tomarán las fuerzas armadas en este nuevo escenario de conflicto.
La violencia se produjo poco después de que a través de un comunicado el ejército egipcio le pidiera a los manifestantes regresar a sus hogares.
"Su mensaje llegó a su destino, sus demandas ya se conocen... ustedes son capaces de regresar a Egipto a la normalidad", dijo el portavoz de esa fuerza en un mensaje televisado.
Y, el miércoles, los soldados se mantuvieron al margen de los acontecimientos, interviniendo únicamente en contadas ocasiones con disparos al aire para dispersar las protestas.
Sin embargo, según el corresponsal de la BBC en El Cairo, Jon Leyne, los militares parecen cada vez más dispuestos a alinearse con quienes exigen la salida inmediata de Mubarak.
Este jueves, Leyne entrevistó a un general retirado que había estado conversando con los soldados desplegados en la Plaza Tahrir, quien le dijo que estos estaban perdiendo la paciencia.
Según el general, los militares se declararon dispuestos a responder el fuego si los simpatizantes de Mubarak volvían a disparar en contra de los manifestantes de la oposición.
La fuente también dijo creer que el ejército se estaba preparando para actuar como Mubarak, tal vez este viernes, para cuando está convocada una nueva marcha multitudinaria de la oposición.
Presión internacional
La presión internacional para una transición inmediata también ha aumentado en las últimas horas.
Los mandatarios de Francia, Alemania, Reino Unido, Italia y España dijeron este jueves en un comunicado conjunto estar preocupados por la situación en Egipto y llamaron a una rápida transición de poder.
"El proceso de transición debe comenzar ahora", agregó el comunicado, emitido por la oficina del presidente francés, Nicolas Sarkozy.
La violencia del miércoles también provocó la condena de los gobiernos de Estados Unidos y de Naciones unidas.
"Si se confirma que de alguna forma el régimen ha apoyado o tolerado esta violencia, entonces es completamente inaceptable", dijo el miércoles primer ministro británico, David Cameron, tras reunirse con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en Londres.
Ban señaló: "Cualquier ataque contra las manifestaciones pacíficas es inaceptable y lo condeno en los términos más duros".
En Washington el Departamento de Estado reiteró su llamado a que ambas partes se moderen.
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, condenó los "impactantes" enfrentamientos en una llamada telefónica que hizo al vicepresidente egipcio, Omar Suleiman.
En la noche de este miércoles el gobierno de EE.UU. emitió un comunicado donde llamó a todos los estadounidense que quieren irse del país árabe a abandonarlo sin más demora.
De esta forma pidió que evacuen "inmediatamente" Egipto y agregó que cualquier retraso "no es recomendable".
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