Comentario Guasábara
Luis Orlando Díaz Vólquez
En un martes negro, Leonel Fernández arrebató a la sociedad dominicana la justicia y el dinero de los fondos de pensiones.
Contrario a lo establecido por el artículo 102 de la Constitución sobre el quórum requerido para la aprobación de leyes observadas, la Cámara de Diputados aprobó ayer (martes 15) las observaciones hechas por el presidente Leonel Fernández a la Ley Orgánica del Consejo Nacional de la Magistratura, acción que consagra el 15 de marzo como el nacimiento formal de una nueva dictadura.
Consolidados todos los poderes en su favor, el próximo paso del Presidente Fernández será observar la Ley del Tribunal Constitucional y agenciarse un veredicto que le facilite re-postularse en las elecciones de mayo del 2012.
Una oposición que si bien cuenta con la mayoría de los ciudadanos, no ha podido conseguir una normativa de reglas claras para competir. Sin Ley de Partidos, con el erario a disposición del presidente Fernández, quien “desguañangó” la economía dispendiando 55 mil millones para reeditarse en el poder en las elecciones del 2008; otros 76 mil millones para granjearse un Congreso con el que a su vez asaltó todos los poderes del Estado y, ahora, con el país endeudado por sus desmanes, se asegura de más de 120 mil millones de los fondos de pensiones para un próximo proselitismo con el que consolidará su ya impuesta dictadura.
Tiene en su poder la Junta Central Electoral, la Cámara de Cuentas, la Justicia, SCJ con el naciente Tribunal Constitucional incluido, el Congreso y cuanto poder tenga el Estado. No se diga de las grandes fortunas hechas al amparo de la corrupción administrativa, por una oligarquía de nuevos millonarios del Partido de la Liberación Dominicana creada para sus oscuros fines.
Cabría preguntarle a la oposición con qué argumento conseguirán que empresarios o particular alguno se aventure a invertir su dinero en la causa perdida de ir a un matadero electoral.
El autogolpe de Estado constitucional del Presidente Fernández mandó ya su mensaje. Que el pueblo juzgue en lo adelante qué quiere ser.
16 de marzo de 2011. Santo Domingo, República Dominicana.
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