lunes, 14 de marzo de 2011

El Mes de la Patria



CRÓNICA DEL PRESENTE//
Euclides Gutiérrez Félix

En su discurso del 27 de febrero, ante la Sesión Conjunta del Senado y la Cámara de Diputados, en el Palacio del Congreso Nacional, el presidente de la República, entre los diferentes temas de los que cuales habló, se refirió en términos generales, a la razón que motiva al autor de esta columna a publicar una serie de escritos tomando como partida el “Mes de la Patria”, porque estamos convencidos, definitiva e invariablemente convencidos, de que a partir de estos momentos, después del terremoto que azotó al pueblo haitiano en enero del pasado año, la existencia de la República Dominicana está en eminente riesgo de  desaparecer, no importa, como hemos dicho en la columna anterior, lo que afirman los llamados “expertos dominicanos”, las ONGs y las autoridades de Francia, Canadá y Estados Unidos. El Presidente de la República citó las palabras del Director General de la FAO, doctor Jacques Diouf, pronunciadas durante su última visita a nuestro país.

Jacques Diouf, director general de la FAO.

El doctor Diouf dijo: “El sector agropecuario dominicano cumple un importante papel en materia de seguridad alimentaria, ya que produce cerca del 80% de los alimentos que demanda la población, lo cual es suficiente para alimentar 14 millones de personas”. Nosotros, con todo el respeto que nos merece el doctor Jacques Diouf, citado por el Presidente de la República, queremos señalar lo siguiente: Nuestro padre, a quien hemos recordado y del cual hemos citado algunas de las cosas que decía, calificándolo como un hombre de experiencia extraordinaria, conocedor de nuestro país, palmo a palmo, después de permanecer más de veinte años en las filas del Ejército dominicano, en 1946, fue a trabajar, en Montecristi, a las plantaciones bananeras, o guineeras, de la United Fruit Company, conocida aquí con el nombre de Grenada Company.

En ese escenario, propiedad de la empresa agrícola capitalista más desarrollada y poderosa del mundo,  en el cual trabajaban más de 8 mil dominicanos, nuestro padre se hizo, empíricamente, un agrónomo, del cual me atrevo a decir,  que muy pocas personas sabían, en materia de siembra, mantenimiento  y cosecha de guineos y plátanos, tanto como él sabía. Y muchos años después de haber trabajado en esa empresa por más de 15 años y venir a residir a la ciudad capital, realizó en el orden agrícola, trabajos de extraordinaria importancia, siendo el más admirable de ellos el proyecto arrocero, Juma-Caracol, en el Municipio de Bonao, hoy Provincia Monseñor Nouel. Allí lo llevó, durante el gobierno del Consejo de Estado que dirigió el país a partir de 1962, un ingeniero estadounidense llamado Williams Roger, primer Director de la Agencia Internacional para el Desarrollo, AID, en nuestro país, del gobierno que presidia John Kennedy. Mister Roger había residido en Montecristi como empleado de la Grenada Company y nuestro padre y él eran íntimos amigos.

Junto a nuestro padre trabajó un agrónomo práctico, igual que él, llamado Manolo Vargas, conocida figura de aquella localidad. Continuaremos.

Santo Domingo, R.D., lunes, 14 de marzo de 2011.

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