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En los días finales de 1960 en el viejo Santo Domingo existió un empresario farmacéutico que era la cautela personificada. Cada vez que algún cliente expresaba una opinión con ribete político, respondía ”Si, no, si, no si, como no, si, si, no”, y lo hacía bajando la voz, hasta convertirla en un susurro.
Ocurre al “interpretar” el discurso del presidente Leonel Fernández al aceptar las firmas de 2.2 millones de ciudadanos que supuestamente apoyan la reelección.
Fue una jugada maestra la de dejar en manos del PLD la decisión. La dejó al Partido del cual es el líder máximo y cuyo Comité Político controla, porque la mayoría son funcionarios de alto copete que, por razones obvias, no se atreven ni se atreverán a contradecirle.
La jugada también implica a otros actores, como por ejemplo a Danilo Medina, que hasta antes de la decisión del presidente figuraba puntero en las encuestas. Todo parece indicar que después que el PLD decida, Medina tendrá que repetir las palabras que pronunció cuando el presidente le ganó en una Convención: “El Estado me venció”. La astucia del presidente le llevó a otro escenario, que es el de aplacar las voces de la Iglesia Católica y del empresariado, que en más de una ocasión han criticado iniciativas gubernamentales.
En ese sentido, acaba de devolver a la Cámara de Diputados, con observaciones, la ley que crea el Consejo Nacional de la Magistratura, para que sus decisiones no sean tomadas por simple mayoría.
Si bien hay juristas que entienden que con esa devolución se despeja la intranquilidad que aparentemente se pretendía hacer con la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, corriendo la misma suerte... El gobierno tiene mayoría en el Congreso.
Pero de lo que no hay dudas es que el presidente trata de disminuir la desconfianza. En vista de que se le reconoce inteligencia, valdría la pena que reflexione ante la casi seguridad de que el PLD lo escogerá, para que se despeje la idea de que es, como el farmacéutico, un hombre acostumbrado a decir si, no, si, pero no, si, pero…
Santo Domingo, R.D., jueves, 31 de marzo de 2011.
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