A pesar de que casi todo lo sucedido en la Convención del PRD para elegir su candidato presidencial ha sido expresado por la CNO, luego de escuchar la comparecencia del Ing. Miguel Vargas, hace suponer que no fue debidamente enterado de todos los acuerdos y resoluciones.
Insistir en el padrón semiabierto y la insinuada votación de personas ajenas al PRD, que como se sabe fue aceptado por las partes bajo la modalidad del voto observado, al que tenían derecho dos miembros de los cuatro que conformaban las mesas, dos a Miguel y dos a Hipólito, culpando de ello a la CNO, da pié a pensar eso.
Seguramente a Vargas no le informaron que Hugo Tolentino y yo propusimos una comisión de alto nivel para que analizara esos listados, pero al implicar posposición por lo menos por una semana la Convención, alegaron que era una consigna del gobierno.
Hugo Tolentino Dipp.
Probablemente tampoco dijeron, que si una vez terminado el proceso convencional hubiesen presentado ante los centros de votación, la Comisión Nacional Organizadora, e incluso ante el organismo convocado para elevar sus cuestionamientos, una relación debidamente sustentada de lugares donde dos miembros de esas mesas trataron de evitar, que personas de dudosa filiación partidaria votaran observado y no se les hubiese permitido, otra cosa hubiese sido la posición de la CNO o de quien esto escribe.
No informaron de que forma pudieron votar tantos miembros de otros partidos ajenos al PRD como alegan, si ninguno de los miembros de los centros como tampoco los dirigentes presentes en esa actividad, en municipios, zonas y barrios donde casi todo el mundo se conoce, realizó ningún esfuerzo para que votaran observado.
El caso es que eso no ocurrió en ninguno de las 3 mil y tantos centros de votación diseminados en todo el territorio nacional, donde además de dos miembros identificados con de cada uno de los aspirantes, estaban presentes supervisores, delegados y dirigentes de distintos niveles.
Miguel Vargas ejerce su derecho al voto.
Insistir en argumentos de esta naturaleza, pretendiendo desconocer las reglas aceptadas del padrón semiabierto y el voto observado, es subestimar la inteligencia de los demás, y peor aún, pensar que con ello lograrán desviar la atención de Miguel Vargas en conocer la realidad de lo que aconteció, pues si alguien votó o no votó, no es responsabilidad de la CNO, sino de quienes no hicieron su trabajo.
Esos argumentos solo conducen a alimentar contradicciones en beneficio de los verdaderos contrarios del PRD y ahondar heridas que se deben cicatrizar, por lo que luego de meditar profundamente, aceptando con humildad posibles fallas humanas, deberían colaborar para que Miguel Vargas, reconociendo lo ocurrido, coordine junto a Hipólito Mejía la unidad y la concertación que el partido y gran parte de la sociedad esperan.
Algunos que hoy pretenden desvirtuar las actuaciones y los cuerdos tomados en la CNO, deberían recordar que todas las sesiones fueron grabadas, y si digo que la burra es baya es porque tengo los pelos en las manos.
Santo Domingo, R.D., jueves, 24 de marzo de 2011.
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