jueves, 3 de marzo de 2011

Quien vendrá al rescate de la República Dominicana

 
Olga Capellán
 
Estoy pasando revista a mi regreso, luego de pasar el mes de Febrero en la República Dominicana, donde pude palpar con exactitud la situación por la cual atraviesa aquel país que en algún momento fuera mi adorada patria y que hoy día gracias a los políticos del patio se encuentra convertido en una verdadera JUNGLA.
 
Sigo añorando a aquel país alegre y divertido, un país de gentes amables y sobre todo altamente bondadosas, pero ya perdido esa mística, gracias a las calamidades y a los diversos problemas sociales por los que está pasando en los actuales momentos.
 
República Dominicana se ha convertido en tierra de nadie, donde la delincuencia y la inseguridad ciudadana se han apoderado de las calles de las ciudades, no hay orden en ninguna parte  y aquellos que están supuestamente para implementarlo son los principales violadores de las leyes.
 
Los altos precios de la canasta familiar se convierten en el  mayor dolor de cabeza de las amas de casa, señores es penoso ver con la población sufre las consecuencias de la mala administración gubernamental, o mejor dicho hay una percepción de que en este país no existe gobierno, sino saqueadores de las Arcas del Estado.
 
-En República Dominicana existe un alto índice de desempleo, muy por encima de las cifras señaladas por las autoridades correspondientes, y los trabajadores comunes  no alcanzan a los 10 mil pesos como pagas salariales y aquellos que no tienen un techo propio las están viendo grises, porque el precio de los alquileres es muy elevado, para no decir inalcanzables.
 
Un rollo de papel higiénico cuesta alrededor de cincuenta pesos (equivalente a un Euro) por unidad, un plátano 15, un huevo 5 y una libra de tomates 30, lo que hace preguntar de quien podrá socorrer a nuestro país.
 
Para mi fue sorprendente una visita que extendí hasta el Hotel Santo Domingo un día cualquiera  en hora del atardecer   por acompañar a una misión extranjera que se encontraba en el país, allí me encontré con cuantos funcionarios gubernamentales, Secretarios de Estado y legisladores, entre otros, quienes después de terminar las labores cotidianas  cómodos y sin ningún stress por la falta de funciones se van a este lugar a terminar el día dándose la buena vida con sendos traguitos y comida a la carta, sencillamente porque carecen de preocupaciones financieras o rompe cabeza como las amas de casas de los barrios pobres.
 
Realmente tuve mucho miedo por temor a llegar a ser asaltada por un delincuente común, pero pensé que de todo modo estaba siendo asaltada por la situación, ya fuese en los supermercados, oficinas públicas o el mismo medio de transporte existente, porque allí nadie tiene compasión por nadie y si usted no tiene billetes ni siquiera puede cruzar Alpuente, ya lo saben.

Fue cuando verdaderamente entendí que mi país la República Dominicana necesita urgentemente de un cambio, un cambio verdadero y sin apasionamiento, tanto en el sistema político, económico y social.
 
República Dominicana necesita un nuevo rumbo, ser dirigida por gente sensata que entiendan que la educación ciudadana es tan importante como el pan de cada día.
 
Necesitamos un presidente que entienda que la prioridad de un pueblo no es engañar a la gente con verborreas vacías, sin fundamento y mucho menos que piense que los problemas nacionales se resuelven desde el asiento de un avión para asistir a cualquier orgía política o mientras gestiona realizar negocios personales.
 
Los problemas de una nación se resuelven con pantalones de hombres, poniendo frente a las diversas situaciones é invirtiendo en la gente, recuerden que un pueblo educado consigue mejores oportunidades de vida, sabemos que no existe voluntad por parte de quienes nos dirigen, porque ellos saben muy  bien que mientras más ignorante es un pueblo es más vulnerable y  mayores son las oportunidades de manipulación; recuerden que un pueblo educado sabe para donde va y lo que quiere y no se deja llevar como va al matadero.
 
Esta nación está llena de miserables y mientras los funcionarios gubernamentales destruyen los tesoros nacionales, son muchos los hogares del país que se acuestan sin comer o con lo más mínimos, ya que más del treinta por ciento de la población carece de entrada fija o lo suficiente para el sustento de la familia; muchos empleados no sobrepasan a los seis mil pesos de salarios, mientras que los alquileres actuales de los barrios andan por los 10 mil, lo que dificulta que aquellos pobres que no tienen un techo propio puedan formar sus propias familias porque no pueden pagar los altos costos de los alquileres.
 
Y hablando de educación, estando en Santo Domingo hice una llamada a la oficina de un funcionario en el Palacio Nacional y me contestó una de sus cuatro secretarias textualmente: oficina del licenciado fulano de tal, buenos días, como es lo más natural me quedé sorprendida y llegue hasta a creer que me había equivocado de número, ya que a la persona que estaba  llamando no es ni siquiera bachiller, pero al parecer el gobierno de Leonel les reotorgó dos títulos: primero uno de Bachiller y el segundo de Licenciado.
 
Es de ahí de donde viene de que el gobierno del PLD  se niega a dar el 4% para la educación, porque a los que llegan al palacio semi analfabetos de inmediato los titulan, señaló un conferencista de un país africano donde existe una dictadura, donde un funcionario gubernamental le manifestó al pueblo de que la educación no tenía ningún tipo de valor, debido a que yo (el funcionario) soy analfabeto y obtento  la posición de Secretario de Estado, (véase gobierno de Teodoro Obiang) de Guinea Ecuatorial.
 
En la próxima entrega le seguiré narrando, ya que es mucho lo que tengo para contarles a todos ustedes.

Barcelona, España, viernes, 04 de marzo de 2011.

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