Voces y ecos
RAFAEL PERALTA ROMERO
Sin duda alguna, la precandidatura presidencial de la primera dama, Margarita Cedeño, viene a constituir un elemento perturbador a lo interno del Partido de la Liberación Dominicana. Para el licenciado Danilo Medina, el pre-candidato de mayor proyección, significa un clavo en el zapato o dicho de otro modo, un obstáculo más que deberá salvar.
Para los precandidatos subordinados al Presidente Leonel Fernández, se torna en una libra de clavos en el estómago. Esa candidatura ha sido parida por el entreguismo y la incondicionalidad de muchos, incluidos hombres que promovieron sus aspiraciones presidenciales supeditadas a que Fernández no compitiera. Ahora tienen que actuar en consecuencia, porque Fernández no va, pero sí va.
Se postraron ante su ídolo y le instaron a postularse a contrapelo de la Constitución, pues la falta de carácter les impedía aceptar que el artículo 124 de la misma prohíbe taxativamente la repostulación del Presidente. A diferencia de Guatemala donde la Ley no permite a la primera dama ser candidata a la presidencia, aquí podría prohibirlo la ética y el buen sentido.
La pre candidatura de Margarita Cedeño crea cierta expectación y suscita temores de que el congreso elector del PLD no termine de la mejor manera. Observadores acuciosos estiman que el Presidente se descalificó como árbitro del proceso, a lo cual se comprometió en el discurso del viernes ocho de este mes.
Danilo Medina.
El servilismo y el despojo de carácter conducirán a los reeleccionistas hacia ella. Y no les importará que Fernández los puso en reelección sabiendo que eso no podía ser. Lo justificarán en el predicamento de que nadie puede estar más cerca de un hombre que su mujer. “La obra de Leonel la sigue su mujer”, dirán. “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer”, enseña la Biblia.
Todavía algunos mantienen la esperanza de que el Presidente haga otro gesto patriótico y desinteresado y retire a su esposa de la competencia. Esperan que el mandatario les diga: era jugando que estábamos. Porque él se entretiene burlándose de los cortesanos que lo elevan a la condición de deidad.
Los reeleccionistas encontrarán consuelo y alegría en esa candidatura, como lo expresó el senador de San Pedro de Macorís. Es que entre ella y él funciona una simbiosis que permite un intercambio, público o discreto de ideas y sentimientos. Ella es parte de él y él es parte de ella, y los dos son como una sola entidad, como para que se cumpla escritura que dice: “Con ella seguimos con él”.
Santo Domingo, R.D., sábado, 16 de abril de 2011.
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