TIRSO MEJÍA-RICART
Las democracias estables descansan sobre cuatro pilares fundamentales, la libertad, la justicia, la gerencia prudente y el respeto a las instituciones.
Libertad de pensamiento, palabra y obra para los individuos, Justicia, como respeto a las ideas, los intereses, y las leyes de todos los individuos por igual. Gerencia prudente, para administrar para el presente y el desarrollo futuro e Institucionalidad, como respeto a las reglas fundamentales de la convivencia civilizada.
Pero si no hay respeto a la institucionalidad, la libertad está en peligro de desaparecer, la justicia es burlada y la gerencia se pone solo al servicio de los poderosos. Eso nada tiene que ver con la democracia.
Las elecciones primarias del 6 de marzo en el PRD, organizadas por una Comisión Organizadora Nacional, y Comisiones Locales y 3,600 Centros de Votación con la participación activa de las dos fuerzas contendientes, a la vista de todos, no puede ser borrada por la voluntad de una de las partes, solo porque es la que se hizo con casi todo el poder del Partido en una coyuntura determinada y ahora no quiera admitir su derrota.
El país y el mundo están escandalizados por el vulgar intento del gobierno del PLD y el Presidente Fernández de violar la Constitución de la República aprobando con mayoría regular leyes orgánicas que requieren el voto de una mayoría calificada (2/3), pero la facción perdedora en las elecciones primarias ha realizado las siguientes acciones contra la institucionalidad del Partido.
1- Contrariamente a lo establecido, tanto el jefe de campaña de Miguel Vargas como el propio precandidato se declararon ganadores, mientras le pedían a la Comisión Organizadora que no publicaran los boletines oficiales del cómputo de las elecciones primarias de la Convención.
2- Suspender o expulsar a un militante o dirigente por todo lo referente al proceso convencional es atribución exclusiva de la Comisión Organizadora de ese evento, hasta que éste finalice, tal como figura en su Reglamento y como ha sido en las convenciones del pasado, lo que incluye la eliminación de las suspensiones establecidas antes de su inicio (art. 5, ordinal 11). Solo el CEN podría hacerlo después de llenar los tramites y audiencias previstos en su Reglamento del Consejo de Disciplina, que obviamente no fue consultado siquiera.
3- Así como el Congreso Nacional, por vía del Senado, designa a la Junta Central Electoral, pero no puede proclamar al Presidente de la República sin su declaración como ganador por esta última; la Comisión Política no puede declarar ganador a ningún candidato, ni siquiera el CEN, sin la Asamblea de Delegados de la Convención, que es el órgano superior del Partido.
4- La destitución unilateral del Presidente de la CNO, y el control cuasimilitar de la sede central del Partido, es un acto de fuerza que afecta a la imagen del PRD, en momentos en que el gobierno peledeísta intenta pasar por encima de la Constitución de la República a fin de imponer el reeleccionismo.
Debe llegarse a un acuerdo político entre los dos sectores que se disputaron la candidatura presidencial, que tenga como bases los Estatutos del Partido y que no se afecte la unidad acción que debe tener todo gobierno.
Santo Domingo, R.D., domingo, 03 de abril de 2011.
http://www.hoy.com.do/opiniones/2011/4/2/369539/La-institucionalidad-y-la-crisis-del-PRD
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