lunes, 18 de abril de 2011

¿Qué hacer ante la inflación?

 
FÉLIX SANTANA GARCÍA

Actualmente la economía dominicana experimenta un aumento de precios de forma sostenida y generalizada, como resultado de factores internos y externos, controlables y no controlables que conjugados mancomudamente están provocando un aumento de los costos de producir bienes, servicios y la comercialización de estos. 

Conforme informaciones del Banco Central de la Republica Dominicana la inflación en el país subió en marzo en 1.16% que acumulada de enero a marzo del año que discurre esta se coloca en un 3.64%, la cual recibió el impacto de la inflación importada, por el incremento del precio del petróleo y de los principales commodities agrícolas. 

Al mismo tiempo, la institución que rige la política monetaria del país comunica que la inflación anualizada, medida de marzo 2010 a marzo 2011, se ubico en 7.61%. 

Ante esta tétrica situación el dominicano ve desvanecer sus esperanzas de imprimir mejoría a su calidad de vida, la que todas las semanas se deteriora de forma acelerada. 

Si se parte, de que la inflación de un país, es el resultado de un aumento del dinero en mano del público y de los altos costos de producir bienes y servicios (materia prima, mano de obra directa y gastos indirectos de producción (entre estos últimos la energía eléctrica y los impuestos), un aumento de precio global, alta demanda ante una baja oferta y previsión ante un posible aumento futuro de los precios. 

No obstante sostenerse, que esta espiral inflacionaria obedece principalmente a factores externos, no menos cierto que la misma tiene un alto contenido de mal manejo administrativo del aparato estatal, al privilegiar sectores que no coadyuvan a aumentar las exportaciones del país. 

Uno de los efectos negativos inmediatos, que una población siente, como resultado de una espiral inflacionaria, es la pérdida de poder de compra del dinero que percibe, al adquirir menos bienes y servicios. 

Otros de los efectos negativos que produce un proceso de aumento generalizado y sostenido de los precios, es el perjuicio que los acreedores experimentan al recibir el reembolso del dinero que han prestado, ya que su valor o poder de compra será menor, los pensionados que reciben una salario o sueldo fijo y pérdida de competitividad del país ante los demás, en el mediano y largo plazo, debido a la inflación diferencial. 

Según la velocidad que presenta el proceso de aumento de precios, esta se clasifica en: inflación moderada, es decir, lenta, inflación galopante o de dos o tres dígitos e hiperinflación o 1000% anual. 

Ahora bien, ante esta inflación moderada, de apenas un digito, que actualmente siente el país, ¿qué hacer? 

Primero las autoridades deben tomar medidas monetarias y fiscales, mediante el control de gastos, costos, recorte y reorientación de los mismos, a los fines de hacerlos más eficientes. 

Modificar la ley de hidrocarburos No. 112-00, para hacerla menos onerosa, indexar de forma moderada los ingresos de los trabajadores, fomentar la producción interna, desestimular las importaciones, privilegiando las exportaciones (apreciar el tipo de cambio). 

Segundo, en lo que concierne a los individuos, familias y empresas privadas, controlar los gastos superfluos o vanidosos, consumir bienes sustitutos que presenten mejores precios, invertir en bienes raíces, joyas o halajas y pinturas artísticas, 

Asimismo, evitar la inmovilización de capitales, comprando solo lo necesario, conforme la rotación de los inventarios, evitar pagos de recargos financieros debido al mal manejo de préstamos y tarjetas de crédito, evitar visitas frecuentes a negocios de expendio de comidas o restaurantes. En fin, hay que aprender a administrar la inflación

Santo Domingo, R.D., lunes, 18 de abril de 2011.

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