martes, 12 de abril de 2011

“Son cositas, pero son…”

 
Elsa Peña Nadal


Siempre supe y así lo dije que Leonel no iba a reelegirse, aunque fuese lo que más quisiera. Es muy inteligente como para no haberse dado cuenta de que con su nivel de rechazo en los diferentes sectores sociales, empresariales y eclesiásticos,  y  con un pueblo desafiante, tirado a las calles por sus diversas demandas sociales, sumado a la crisis económica nacional y mundial y a un nivel de endeudamiento sin precedentes, que ya no aguanta ni una mota más, él no iba a correr el riesgo de enfrascarse en aventuras de reformas constitucionales y/o referéndums, llevándose de encuentro el orden constitucional, lacerado ya con las observaciones  a la Ley del Tribunal Constitucional y a la Ley Orgánica de la Magistratura.

Lo sabía y  en su discurso, quizás inadvertidamente, lo dejó bien explícito al compararse con el gran general Aníbal, victorioso en muchas batallas, pero que no se atrevió a ocupar a Roma pues para tomarla debía destruirla. Ante las mismas puertas de Roma debió sentirse Leonel en aquel acto de puro corte trujillista donde recibió los dos millones de firmas, acto que fue fríamente planificado como bajadero para esta declinación de sus aspiraciones presidenciales. ¡Aníbal pues, perdonó a Roma y Leonel, a nuestra democracia!

Leonel.

Y quizás hasta se nos reclame cierta dosis de agradecimiento ante tanto desprendimiento del Presidente sino fuese por los trompos que se venían embollando tras las consignas: “Después del primero va el segundo”-- iniciativa que los que conocen la lealtad  del vicepresidente Alburquerque, saben que no fue de su cosecha--; así como la de “Llegó mamá”, aupando  la candidatura de la Primera Dama, quien desde esa cómoda posición y con un generoso presupuesto, venía  implementando acciones propias de diversos  ministerios públicos, tales como el de Educación, Salud y otros; con la voluntaria donación de una parte de las asignaciones presupuestarias de dichas instituciones estatales.

Hay que dejarles a los politólogos el análisis de fondo de estas cuestiones, pero como simple ciudadana, me surgen diversas inquietudes:

-¿Qué harán ahora los candidatos a la presidencia del PLD, quienes, con ese caudillismo y sentido del centralismo totalitario heredado de la “Era” (con la única excepción de Danilo Medina) instaban al Presidente Fernández a violar la Constitución y sustentaban  su participación en la contienda electoral, solo en el caso de que Leonel no fuese el candidato del partido morado?

 ¿Apoyarán entonces Almeyda, Alburquerque, Segura, Domínguez Brito y José Thomas Pérez, a su debido tiempo, la candidatura de  la Primera Dama, quien de acuerdo a la encuestadora Gallup  tiene, entre los peledeístas, un 12% de simpatías frente a un 63% de Medina? Dicen los viejos que la balanza se inclina del lado donde más peso se coloca.

Danilo.


Y en el terreno de los aliados ya tronó Vincho Castillo, incondicional del PLD  que instaba a Leonel a reelegirse y ahora, opuesto a la nominación de doña Margarita, o para congraciarse de entrada con Danilo, con esa parafernalia verbal que le caracteriza, augura para el PLD un “baile de puñales”; al tiempo que añade que “eso es impropio y no es justo para el país; no estoy feliz, no estoy alegre; nada que yo entienda que puede afectar a mi país me puede alegrar”; anunciando que se va a su partido para “apoyar al candidato presidencial Pelegrín Castillo y asumir compromisos sociales con su país”.

Margarita

¿O será que estará este estratega, cual rémora acostumbrada a adherirse a pejes gordos,  mandándole un mensajito a “Papá” ya que no quiere nada que ver con “Mamá?”

No es mi intención desmeritar a doña Margarita como candidata presidencial, que si bien es cierto que se veía más bonita en su rol de Primera Dama y tiene igual calificación profesional que los demás  candidatos del PLD, no debe ahora ser comparada con mujeres presidentes de Latinoamérica, pasadas o presentes, las que se ganaron a pulso su candidatura en sus respectivos partidos y países, después de larga militancia y tras escribir sus hojas de vida con sangre, sudor y lágrimas, y no precisamente por pertenecer al sexo femenino o por ser esposas de presidentes.

Dilma, Michelle, Cristina. 

Ante Cristina Kirchner, Michelle Bachelet y Dilma Rousseff, por solo mencionar tres de estas mujeres, no cabe hablar de género, pues en su momento no hubo quien las diferenciara de sus compañeros de lucha, demostrando que las ideas son asexuales y se llevan en el cerebro y en el corazón y jamás en la entrepierna.

Las mujeres a través de la historia hemos luchado por nuestros derechos, pero cuando parece que nos los facilitan, tenemos que ponernos ojerizas. ¿Qué regalo es ese para doña Margarita, quien al término de su rol como Primera Dama bien merece irse a descansar, en lugar de convertirse en escudo protector de los que hoy la mandan por delante a echar una batalla que no son capaces de ganar por sí mismos y que ya comenzó por su propia casa morada y amarilla?

Al momento de entregar este artículo, la señora Cedeño de Fernández aún no había aceptado su nominación; ojala echara una miradita por los predios del PRD donde también se quiso imponer una candidatura con los resultados que todos conocemos y sopesara mejor el regalito de ese caramelo envenenado.

Y hablando del PRD, vemos que Miguel Vargas, ¡por fin!, aceptó la realidad de su situación, aunque manteniendo  los mismos argumentos de hace un mes, donde todos salen siendo culpables, menos él, al tiempo que como Leonel, también se declara triunfador en todas sus anteriores batallas y, cual otro Aníbal de la política criolla, también opta por el sacrificio.

Hipolito.

Ahora, solo resta desear que ojala todos los candidatos de todos los partidos políticos, los grandes y los chiquitos, los viejos y los nuevos, el del gobierno y los de la oposición -¡todos los que nos pedirán el voto en el 2012!- empiecen a tomar en serio la política y la realidad de este país y comiencen  a saturarnos, a abrumarnos, a apabullarnos y a bombardearnos  con las propuestas y debates de sus programas de gobierno.

 Y que nos digan de una vez por todas cómo se plantean revertir el actual estado de cosas, enfrentar la crisis económica, la inseguridad, la corrupción, el narcotráfico, elevar la producción agrícola e industrial, defender el medio ambiente y echar fuera a la Barrick Gold, invertir en la educación, subir los sueldos y garantizar más empleo y viviendas y pensiones decentes; así como dotarnos de los servicios básicos de agua, luz, salud, transporte,  y etc. etc. etc. etc.

Porque como me decía aquella jovencita amiga que atravesaba por un traumático proceso de divorcio: “Ay Dios mío, doña Elsa, cómo le explico? ¡Es que son cositas, pero son muchas cositas!”.

Santo Domingo, R.D., martes, 12 de abril de 2011.

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