martes, 12 de abril de 2011

Margarita, el rumbo político y las marañas de un laberinto


Orlando Gil

IN VITRO
El análisis de la candidatura de Margarita Cedeño tal vez sea lo más difícil del actual acontecer político nacional. Es un laberinto con tantos cruces y entrecruces que no hay forma de ver luz al final. De los demás aspirantes se puede decir esto o lo otro, pero de ella no. Y la razón es muy sencilla: no tiene entidad propia. 
Lo primero sería conocer las relaciones de marido y mujer entre ella y el presidente Leonel Fernández para determinar si es una maniobra de él o un capricho de ella. Lo segundo es saber hasta dónde la lambisconería es una categoría política capaz de construir un monstruo, en el PLD o en el país, sin prever las consecuencias. Una candidatura del presidente Fernández era un problema, pero había instancias a las que acudir o se originaba una situación de crisis de la que se podía salir, o por las buenas o por las malas. Con la señora Cedeño no. Es un producto de laboratorio, es una criatura in vitro, por lo que lo humano, o lo político, le llega por añadidura. Así, que no es factible suponer el resto...

SURREALISTA
Si hacía falta un ejemplo para demostrar que la política dominicana tiene rasgos surrealistas, ahí se tiene la candidatura de Margarita Cedeño. El problema no es que sea mujer, pues las mujeres se mueven en la política como peces en el agua, aun cuando en su confrontación con los hombres no lleven la mejor parte. Y después de los escrutinios se les vea boqueando entre lamentos. El problema es que no se le conoce decidida militancia política, a pesar de pertenecer a un partido. 
Por ejemplo ¿Cuándo se inscribió en el PLD? ¿Después de este haber ganado las elecciones de l996 o antes de ocupar la subconsultoría jurídica del poder Ejecutivo? Son preguntas que demandan respuestas, pues los áulicos de ocasión empiezan a hablar de “la compañera  Margarita”. ¿Desde cuándo, entonces, es compañera ? La inquietud no es ociosa, ni intrigante. Simplemente saber de dónde viene y hacia dónde puede ir, pues en política no hay casualidades, y las coincidencias, para que sean verdaderas, hay que forzarlas. Dicen que en sus primeros tiempos en el Palacio Nacional era tan tímida que no se atrevía a asomarse a los pasillos...  


¿CUÁNDO?
Dicen que es una profesional muy preparada, y su hoja de vida lo confirma, aunque su experiencia y los títulos no anden de la mano. Ahora, ¿esa  formación académica con que se intenta deslumbrar a simpatizantes y potenciales votantes la adquirió en sus primeras aulas?, o ¿fue reforzada después de conocer a su actual compañero y considerar la posibilidad de hacer carrera política al amparo de su estrella? Pues, no hay duda de que Margarita Cedeño irrumpe al escenario nacional cuando se casa con Leonel Fernández, y las situaciones que ahora se derivan  hacen ver lo inusual, de que el amor y el interés no se fueron al campo, sino que se aprecian por igual. No solo la incluye en actividades de Estado, que no son propias de una primera dama, sino que galantean en público, como cuando intercambiaron rosas que el protocolo se había ocupado de quitar las espinas. Además, su promoción se centra en su condición de Primera Dama, y sobre todo del Despacho, que es la dependencia que le ha permitido crecer en la consideración de la gente...

EL DESPACHO
La experiencia de Margarita Cedeño, que de primera dama quiere saltar a la Presidencia de la República, no se explicaría sin el Despacho. Y sucede que el Despacho no es una iniciativa de ella, ni de su esposo, sino de organismos internacionales que no saben cómo usar los fondos e inventan soluciones al margen de las políticas acordadas. De manera que hay Despacho de la Primera Dama en todos estos países, y por si fuera necesario, las esposas de los mandatarios se asocian y se constituyen en reales poderes. Aunque solo la dominicana y la guatemalteca se contagian y  entusiasman con el poder y quieren ir más allá de lo previsto. Del despropósito de la guatemalteca ya se conocen algunos capítulos, en que la burla antecede su pretendida acción política. Si la señora Cedeño fuera una mujer normal y corriente, o una primera dama a la usanza antigua, sus aspiraciones y candidatura no crearán las expectativas que se originan a su alrededor. Como decía en días pasados, el PLD no es el partido de Juan Bosch, en que ñde seguroñ esas veleidades no se hubieran permitidoÖ continuará...

Santo Domingo, R.D., martes, 12 de abril de 2011.

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