Puntos... y picas//
CARLOS MANUEL ESTRELLA
La eliminación de Osama bin Laden es un éxito relativo para Estados Unidos y su política imperial de autodesignado policía mundial de “el bien” contra “el mal” y al mismo tiempo es excepción a la filosofía popular de “muerto el perro se acaba la rabia”.
La operación para matar al creador de Al Qaeda, fundamentalista musulmán de la guerra santa o yihad, es premio mayor para la inteligencia estadounidense, burlada más de diez años por este personaje.
La desaparición del saudí de 54 años, hijo de un acomodado constructor emparentado con la monarquía de Arabia Saudita, pone fin a una prolongada y lacerante persecución al hombre que a partir del 11 de septiembre de 2001 deshonró y se burló de Estados Unidos.
Su muerte no acaba la rabia porque Bin Laden logró esparcir por el mundo células de Al Qaeda como grupo fundamentalista que ha impuesto el terror y cuyos militantes se inmolan contra los infieles, principalmente el enemigo norteamericano.
El 11-S es la frontera, antes y después, que inicia la histeria colectiva estadounidense, provoca pánico al quebrar la condición de impenetrable e inexpugnable del territorio yanqui y da lugar al nuevo enemigo público número uno: el terrorismo.
Es la excusa de la época, nuevo monstruo que debe combatirse como antes fueron comunismo y narcotráfico, paradigmas que permiten a la superpotencia su licencia de corso para invadir territorios e iniciar “guerras” en defensa de intereses creados.
El ataque del 11-S y otros reivindicados por Al Qaeda merecen repulsa mundial, crímenes contra la humanidad, injustificables, pero así también son indignantes e ilegales las acciones interventoras globales del gobierno norteamericano, como ejemplo buscar armas químicas inexistentes.
Estados Unidos se tomó la justicia en sus manos, como siempre, ejecutó una acción alabada por gobiernos genuflexos.
Pero todo no termina aquí, en estas cuestiones hay petróleo de por medio, economía de guerra y defensa a ultranza del interés hegemónico, además con Bin Laden no vale eso de muerto el perro acaba la rabia.
Santo Domingo, R.D., miércoles, 04 de mayo de 2011.


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