jueves, 21 de julio de 2011

La carrera de los Fernández

Al día//
JUAN JOSÉ AYUSO

(2-3)

En el cuadrienio 2000-2004, Leonel Fernández no tuvo que hacer mucho esfuerzo para afincar su reinado en el Partido de la Liberación.

 No tuvo discusión para imponer su candidatura presidencial y como tal concurrió y ganó las elecciones del último año.

 Y así lograba el financiamiento del Estado para una segunda parte de su carrera de poder y no de militancia y acción partidarias, característica sin precedentes en el pasado político del país.

 De trascendencia, el Presidente formuló un proyecto de Constitución que fue al parecer su propósito esencial pero que sólo hizo aprobar el 26 de enero de 2010, tras obtener la candidatura de su partido y la victoria electoral en 2008.

 En el interregno 2000-2004, Fernández casó con Margarita Cedeño y tuvieron una hija.

 En esta ocasión, 2004, la antigua y virtual subconsultora jurídica del Ejecutivo llegaría a Palacio como Primera Dama y como tal organizaría un despacho de administración autónoma y con fondos de 500 millones de pesos al año.

 La Primera Dama hace política desde ese puesto público –también su carrera la financia el Estado-, y de buenas a primeras empieza a mencionársela como candidata presidencial del PLD.

 (Ningún otro dirigente pone el menor pero a que una recién llegada, si es que ha llegado de manera formal, pueda ser mencionada como candidata presidencial con preferencia a figuras de trayectoria y nombre en el PLD).

 No hace mucho, al despacho de la Primera Dama lanzó por todos los medios una campaña para apoyar el establecimiento de una “sociedad en valores” pero en los anuncios de la campaña por la presidencia que lanzaría meses después y que no se sabe quién financió, la señora de Fernández utilizó como propuesta “una sociedad en valores”.

 A todo esto y en consonancia con una mentalidad política que según el Presidente sigue los lineamientos de Joaquín Balaguer y del abogado y político Marino Vinicio (“Vincho”) Castillo, en los cuadrienios que inician en 2004 da por completo la espalda a la vigilancia y control de la corrupción en sus gobiernos.

 Con los mismos funcionarios que en 1996 –quizá porque no tienen a más gente en su partido o porque desea compartir beneficios caudillistas con ellos-, Fernández encabeza gobiernos 2004-2008 y 2008 en adelante cuyos funcionarios protagonizan escándalos de corrupción que la prensa denuncia casi a diario.

 Ante la indiferencia y el silencio de un Presidente que parece sólo dedicado a permanencer en el poder y financiarse una vida de boato y turismo familiar multimillonario.

Santo Domingo, R.D., jueves, 21 de julio de 2011.

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