LILLIAM OVIEDO
En el discurso que pronunciará esta noche, ¿revelará Leonel Fernández qué ha hecho para dar continuidad a los compromisos que, en su condición de lacayo, contrajo Hipólito Mejía con el Gobierno de Estados Unidos? ¿Dará a conocer letra y espíritu de esos acuerdos, que, en el año 2003, Hipólito Mejía se negó a revelar y él tampoco ha revelado?
Dado que no hablará en su condición de presidente entreguista, no hará revelación alguna sobre este asunto.
Leonel Fernández reconoce que la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas están penetradas por el narcotráfico. ¿Identificará a los funcionarios civiles y militares que han multiplicado patrimonio y capital a través del peculado? ¿Identificará, acaso, a los que, lejos de cumplir con las funciones contempladas en la definición del cargo que ostentan utilizan como armas para el chantaje los expedientes de corrupción y hasta llegan a convertirse en confidentes, soplones o “calieses” de la embajada yanqui?
Leonel Fernandez.
No hablará en su condición de presidente que tolera, dirige y practica personalmente el clientelismo, y no hará revelación alguna sobre estos asuntos.
¿Dirá por qué ha seguido la tradición de asumir como política de Estado la brutalidad policial, las ejecuciones extrajudiciales y la actuación por encargo de patrullas de la Policía? Recientemente, esas patrullas mataron a un sobrino del jefe de la Marina de quien, se dice, protagonizaba un desorden, y durante la huelga nacional del lunes 11 asesinaron a un hombre en Villa Faro porque tomaba fotos.
Pero como no hablará en su condición de jefe de un Estado que se sirve de una Policía criminal, nada dirá sobre este asunto.
Hablará en su condición de presidente del Partido de la Liberación Dominicana, y son improcedentes las preguntas anteriores. Procede preguntarle qué hace para despojar al gris candidato del PLD y al chabacano candidato del PRD de la poca capacidad de decisión que conservan, y obligarlos a decirle: “Hágase tu voluntad”...
Pero esto también es inconfesable. Entre frases huecas y gastadas consignas, exhibirá la consabida demagogia... ¡Qué asco!
Santo Domingo, R.D., domingo, 24 de julio de 2011.
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