viernes, 2 de septiembre de 2011

Reflexión sobre el ocaso de Danilo



MI VOZ ESCRITA//
JORGE HERRERA

Los peledeístas, con Danilo Medina a la cabeza, están que se agarran hasta de un clavo caliente. No acaban de entender la mecánica de la dialéctica histórica; y, mucho menos, las enseñanzas que sobre el manejo del Poder nos legaran  Azorín, Maquiavelo, Fouché, Gracián y el dilecto coterráneo Leonte Brea, auténticos ingenios de la política.

Ante el inexorable desgaste que con el tiempo emerge, sobre todo cuando de por medio hay un desastroso ejercicio gubernamental, los gurúes morados ya no hallan qué hacer. Y es lógico; el sentimiento popular que antes buscó cobijo en el PLD, y fuera usado con éxito por los apóstatas del boschismo, hoy siente que fue vilmente engañado.

Esa gente sana que sufre en carne viva el látigo de la indolencia  de Leonel y su camarilla de desalmados, es la misma que ahora grita “a pleno pulmón”, como titula sus opiniones el admirado Federico HG, ese Llegó Papá que tiene “locos y sin idea” a los del CP peledeista, principalmente al saltimbanqui llorón de San Carlos; mientras Danilo ofrece una panacea totalmente incierta.

Eso de que Danilo se preparó para ser presidente y éste es su tiempo, es lo más absurdo que he escuchado últimamente. Es cierto que la ignorancia y la estupidez, se disputan el atrevimiento. Mas, aceptemos que sea así… ¿Presidente para qué y para quiénes?  ¿Presidente para continuar lo que él entiende bien, corregir lo que él cree está mal y hacer lo que considera que no se ha hecho?

¡Hay que estar vivo para oír sandeces…! ¿Cuáles parámetros utilizó Danilo para determinar lo que ofrece? Esa retórica llena de promesas aéreas solo se puede imaginar en un díscolo presumido que “tiene la soga al cuello y  cree que  es libre porque  anda suelto…”

Sin ánimo de ofender, quiero dejar sentado en esta reflexión que Danilo Medina jamás será presidente. Cuando  la circunstancias empujaban a Leonel  a dejarle su espacio limpio, él, cándidamente, le ofrendó su pasado, su presente y su futuro en nombre de una solidaridad mal entendida, sin calcular las consecuencias…

Santo Domingo, R.D., viernes, 02 de septiembre de 2011.

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