SANTO DOMINGO, R.D._ El ingeniero Hipólito Mejía Domínguez es el cuarto mandatario dominicano en agotar una participación ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 66 años de la fundación de ese importante organismo mundial, en el que pronunció un discurso en el quincuagésimo quinto período de sesiones, el 6 de septiembre del año 2000, a menos de un mes de haber asumido la Presidencia de la República.
En su única comparecencia ante las Naciones Unidas, Mejía hizo un llamado a la comunidad internacional sobre la carga económica que significaba para la nación la numerosa presencia de haitianos en suelo dominicano, precisa la periodista Annia Valdez (anniavaldez@hotmail.com) en un reporte para Listin Diario.
Mejía, en sus breves palabras, expuso en la Asamblea General lo que llamó “propósitos y esperanzas del pueblo dominicano”, refiriéndose a la dignidad del ser humano, la igualdad de los derechos del hombre y la mujer, el proceso social para mejorar las condiciones de vida, la eliminación de la pobreza, la vida sin temores y la paz.
En septiembre de 2000, líderes mundiales se reunieron en las Naciones Unidas, en Nueva York, para aprobar la Declaración del Milenio, comprometiendo a sus países con una nueva alianza global para reducir los niveles de extrema pobreza y con el establecimiento de objetivos sujetos a un plazo de cumplimiento fijado para el año 2015.
Se trata de Los Objetivos de Desarrollo del Milenio, una meta en la que la ONU comprometió a las 192 naciones miembros a combatir males ancestrales de las poblaciones vulnerables y lograr su desarrollo humano.
Basado en su decisión de obtener en la República Dominicana un verdadero proceso globalizador, Mejía, quien fue Presidente Constitucional durante el período 2000-2004, expresó el deseo de su gobierno de lograr que dicha mundialización se manifestara con un “sincero rostro humano”.
“Inmersos en la globalización y en la economía de mercado, no abandonaremos nunca las exigencias de equidad y de justicia social que se derivan de esos propósitos y de esas esperanzas”, puntualizó el entonces jefe de Estado, quien externó, además, su interés de mantener un equilibrio macroeconómico en la nación, que resultara provechoso y equitativo, para lo cual dijo, precisaba de instituciones estatales eficaces, una gestión pública transparente y el respeto a los derechos humanos.
Esas metas que Mejía llamaba propósitos y esperanzas de su gobierno, las sopesó diciendo: “Cuando seamos capaces de trazar las políticas encaminadas a lograr esos objetivos será entonces cuando estaremos en condiciones propicias para integrarnos e intervenir en la economía mundial en términos competitivos e igualitarios”. Al resaltar el papel del organismo multilateral, Mejía refirió que en el proceso de globalización que experimentaba el mundo para el año 2000, las estructuras que dieron origen a las Naciones Unidas en 1945 ya no satisfacían las nuevas exigencias de avance de las relaciones internacionales del momento.
“Más que ayer, esta organización debe servirnos hoy para establecer un justo contrapeso entre todos los estados de la tierra. Por otra parte, la reforma que requiere la Carta de las Naciones Unidas debe tender a que este proceso de mundialización se oriente a favor de todos, logrando así que la solidaridad sea una norma de conducta internacional que coadyuve a la reivindicación de la generalidad del ser humano”, expresó el ex gobernante en la 55ta Asamblea General de la ONU.
Al referirse a las relaciones entre República Dominicana y Haití, y a la inmigración ilegal de haitianos a suelo criollo, el entonces gobernante que contaba con 59 años, hizo un llamado a la comunidad internacional para hacer conciencia de la carga social que significa la presencia de cientos de miles de nuestros vecinos en suelo dominicano. Al mismo tiempo, aclaró que cualquier incidente que pudiera producirse en la zona fronteriza no respondía a una conducta de Estado.
Durante el resto de la gestión gubernamental de Mejía, el país fue representado por sus cancilleres de entonces, Hugo Tolentino Dipp en los años 2001 y 2002, de igual modo, Francisco Guerrero Prats en 2003.
A lo largo de la historia de la ONU, la República Dominicana ha tenido presencia en las diferentes discusiones que sus Estados miembros han debatido en el seno de ese organismo multilateral.La República Dominicana, que durante la dictadura encarnada por Rafael Leonidas Trujillo, había brindado hospitalidad a los refugiados judíos como consecuencia de la persecución nazi-fascista, y motivada en participar del restablecimiento de la paz global al finalizar la Segunda Guerra Mundial, fue uno de los 50 países firmantes de la Carta de las Naciones Unidas en la histórica reunión de San Francisco del 26 de junio de 1945. Nuestra nación fue uno de los nueve países latinoamericanos en firmar el documento constitutivo de la ONU.
Siete delegados representaron a la República Dominicana en el proceso de formación de las Naciones Unidas, entre los cuales se destaca Minerva Bernardino, por ser la única mujer de los comisionados criollos para esos fines y la cuarta en firmar por su país entre las delegaciones de los 50 países rubricantes.
Bernardino, junto a Manuel Arturo Peña Batlle, fueron los únicos dominicanos en firmar la Carta de fundación de las Naciones Unidas. Ella había representado al país como embajadora de RD en la conferencia de fundación de la ONU en abril de 1945 (Conferencia sobre Problemas de la Guerra y de la Paz), donde junto a las pocas mujeres que participaban entonces, abogó por la igualdad de derechos de la mujer.
Los esfuerzos de Bernardino contribuyeron a que en la Carta del organismo en sus artículos 1 y 55 quedara claramente eliminada la discriminación de sexo. Además en la primera sesión de la Asamblea General de la ONU, Bernardino junto a otras delegadas de 17 países, entregaron al presidente de dicha Asamblea, un documento en el que recordaban el papel determinante de las mujeres en la guerra y en la victoria frente al fascismo; al mismo tiempo llamaban a su género a aprovechar esa oportunidad histórica para mejorar su posición en las instituciones públicas de sus países y en la ONU.
LEONEL FERNÁNDEZ EN LA ONU. PRÓXIMA ENTREGA
La participación de presidentes, cancilleres y representantes dominicanos en la ONU, desde su fundación hasta la actualidad, ha tenido distintos episodios y momentos históricos que ampliaremos en la cuarta y quinta entrega de estas publicaciones, con el propósito de que analicemos el papel diplomático desempeñado por nuestro país y sus representantes en los 66 años de creación de la más influyente organización multilateral.
En la próxima publicación profundizaremos sobre la participación del presidente Leonel Fernández, quien fue el tercer mandatario en disertar en la ONU y quien, al cabo de 11 años de gestión gubernamental (1996-2000, 2004-2011), ha representado el país en diez ocasiones en la Asamblea General de esa organización.
El rol protagónico de Fernández y una nueva dinámica en los temas abordados, caracterizan la participación dominicana de los últimos años en las Naciones Unidas.
Santo Domingo, R.D., domingo, 06 de noviembre de 2011.





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