Willians De Jesús Salvador
Nadie puede sustraerse a la aridez del debate electoral entre el Candidato del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) Ing. Hipólito Mejía Domínguez y la artillería del candidato oficialista, Lic. Danilo Medina y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Todos los dominicanos conocen el temperamento y carácter del guapo de Gurabo, es un hombre de un estilo caracterizado por ser frontal y claro en el abordaje de los problemas, hay que pasarle la bola por el centro del plato, como se dice en el argot beisbolero, no es un hombre de posiciones media tinta o timorata, aunque de innegable vocación concertadora, porque siempre ha puesto el país como institución primaria por encima de los intereses particulares.
El Ing. Hipólito Mejía y sus estrategas hay observado como una batería mediática sin precedentes en la historia del debate político, han emplazado sus micrófonos y plumas en tintadas por el dinero del erario público, como mercenario de la palabra hablada y escrita a favor de la causa oficialista, como en los mejores tiempos del Jefe.
Debemos subrayar que hay muchas excepciones dentro del quehacer de la prensa y comunicadores nacionales, que no forman parte de grupo que tiene su voz y pluma hipotecada al servicio del gobierno dominicano y que con gallardía cotidiana producen sus opiniones enmarcado en los principios que la ética comunicacional obliga a los que hacen periodismo como un sacerdocio y aporte al forjamiento de una mejor República Dominicana, para que sea liberada de las lacras del pasado avancemos hacia la consolidación de un estado de derecho y plenitudes democráticas.Quien estas líneas escribe debe sumarse a la enorme mayoría de dominicanos (as), que estamos preocupados por el curso imprevisto que puedan tomar los acontecimientos que se están suscitando alrededor de la JCE y los honorables jueces, que son personas de carne y huesos, políticos medulares todos, sobre todo el presidente del alto tribunal comicial que es un connotado dirigente del partido oficialista, que no está guardando las apariencias, su posición obcecada de mantener el Jefe de Cómputos por encima de los actores del proceso electoral, que exigen la salida del mismo de estas elevadas responsabilidades, no tendría sentido como árbitros buscar una salida al conflicto porque ese es el rol fundamental de un Juez que tiene la sagrada misión de administrar un proceso que es la esencia de la vida democrática de un pueblo.
Decía Francis de Quevedo Y Villegas, escritor español de muchas luces, “ La justicia es una constante y perpetua libertad de dar a cada uno lo le toca “, un tribunal electoral debe estar fuera de toda sospecha, sopena que sus resultados sean cuestionados y el poder del estado se coloque en la ilegitimidad de la sociedad política de la nación.
Al término de una reunión en mi ciudad natal, San Fco. De Macorís, me abordaron los amigos de la prensa, plural y democrática, sobre mi reacción sobre el emplazamiento que hicieron los Asesores de Campaña del Presidente Mejía y expresé:
“Somos de opinión que es muy peligroso el hecho que a menos de 6 meses de las elecciones presidencial y vicepresidencial, se dilate una solución satisfactorias para todos los actores del proceso comicial que es fundamental para la legitimación del poder y garantía de la democracia dominicana”.
Por lo que opinamos que, debido a que el conflicto toma un nuevo giro con la recusación o declaración de ilegitimidad de los jueces del tribunal incluyendo a su Presidente Dr. Roberto Rosario y al Dr. Reinaldo Pared Pérez, que en adicción a sus altas funciones de Secretario General del PLD, es Presidente del Senado, cuestionado por la decisión de designar la actual Junta sin la observancia de la nueva Constitución de la República, sugerimos que ambos partidos les den un nuevo giro a las negociaciones, excluyendo ambos secretarios generales de sendos partidos y propiciar una negociación directa entre los Presidentes del PRD, Ing. Miguel Vargas y el Presidente del PLD, el Dr. Leonel Fernández Reyna, caracterizados ambos por su sensatez y compromiso con la democracia dominicana y su excelencia Mons. Agripino Núñez como mediador.
A los acuerdos que se lleguen deben ser rubricados por los Candidatos Presidenciales y que se firme un acuerdo por la transparencia electoral y respeto a los resultados electorales de este disenso sobre la JCE, debe salir un gran consenso nacional, por el bien de la estabilidad democrática y la convivencia civilizada de las fuerza políticas nacionales. (El Autor es Médico y Diplomático)
Santo Domingo, R.D., sábado, 10 de diciembre de 2011.
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