jueves, 19 de enero de 2012

El olvido y la memoria


El Bulevar de la vida
Pablo McKinney
pablomckinney.com
       
  “Puedo vivir sin héroes que me salven, sin perros que me ladren. Pero no puedo vivir sin memoria...” VM San José.

En Santiago han robado en 26 iglesias.

En los barrios pobres, asaltan ya hasta a los curas de Dios, (imagina uno que por robarle la esperanza y la calidad humana que son sus únicas riquezas.)

Un padre mata a su hijo, un hijo mata a su madre, hermanos se entran a tiros por 500 pesos, los cementerios municipales siguen en manos de mafias que, impunes, roban flores y ataúdes.

En “la 20”, de Santo Domingo, unas tiendas venden  piezas robadas  a vehículos pero la Policía Nacional aún no se ha enterado. Por asaltar, en el país ya asaltan hasta en los velorios. (Joder, don Radha.)

El golpear o matar a una mujer que te olvidó, es ya un acto tan cotidiano como el tomar café o envenenarse con un cigarro. ¡Estamos locos!

El ciudadano de a pie o el que anda montado, temen más a una patrulla de la Policía que a un microbús armado de los de FENATRANO o CONATRA, y ya es decir.

En cuarenta años de simulacros democráticos y certezas trujillistas, de maipiolas familias veneradas e impunes traiciones repetidas, la educación ha sido la gran cenicienta. Montos y porcentajes están ahí para hacernos sufrir, en blanco como en morado.

La corrupción es el hobby nacional más divertido y admirado, después de la bachata. Trujillo es más venerado y respetado que Duarte.

El método de gobernar de Balaguer ha sido y es más rentable y exitoso, electoralmente,  que el de Bosch…  porque así lo quieren los votantes. Usted y yo, amigo lector.

En la composicion, Amaury German Aristy, quien sacrifico su vida junto a Ulises A. Cerón Polanco, Virgilio E. Perdomo Pérez y Bienvenido Leal “La Chuta”. A la der. tropas militares, apoyadas desde el aire, tratan de avanzar hacia la trinchera de Los Palmeros.

La termocefalia años setentas se indigna por la presencia de un seguidor de Balaguer en un acto en homenaje a Los Palmeros, repleto de altos dirigentes, síndicos y legisladores de los dos partidos que declararon al perínclito de Navarrete Padre de la Democracia. (Amable por lo menos boronea y reparte salamis.)

Y así vamos, entre todos, de todos los colores, por omisión o acción, matando esta patria faltosa y bullanguera, que languidece en un banco del parque Enriquillo ya sin mulatas, ay.

El Baninter Financiero del 2003 nos devolvió la banca después de cuatro décadas de impunes quiebras bancarias todas. Hagan memoria. Quizás el Baninter Político que se avecina y que hasta los Wikileads presagian, nos devuelva el país que pudimos ser.

Y esto no es pesimismo, don Radha, sino buena memoria.

Santo Domingo, R.D., jueves, 19 de enero de 2012.

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