Venecia Joaquín
Lo visualizan atado, encerrado en una jaula de oro, buscando tener más y más para fortalecer su poder
De mi pueblo me emocionan muchas cosas, dentro de ellas, su espontaneidad, espíritu de lucha, creencias ¡Su fe!
En medio de la ignorancia y el hambre en que está sumergida la mayoría, estos sentimientos le permiten sobrevivir. Con poca ayuda de los gobiernos, se aferra a su fuerza interior para salir adelante, al tiempo que confía en preservar la libertad e imponer la justicia social.
El sistema democrático es la esperanza de la nación, aunque no funcione adecuadamente. Es penoso lo que ocurre en los partidos políticos. Unos se esfuerzan en crecer en medio de un mar de obstáculos; otros desaparecen, se venden, otros se inclinan a la dictadura.
El PRD, por ejemplo, vive un momento muy especial, penoso pero súper interesante. Libra una batalla interior, de cuyo resultado se podrá vislumbrar el futuro político.
A cuatro meses de las elecciones, luce manejado con criterios aislados del sentir de la mayoría. Los hijos de la familia perredeísta han tenido que lanzarse solos en la búsqueda de la presidencia de la República. El padre, no se anima a apoyarlos con entusiasmo. Demuestra su poderío, desamparándolos, poniéndolos de rodillas, como quien disfruta humillándolos y contemplando sus luchas y angustias. Los observa como un rey en el trono, con el látigo en las manos, amenazando los esclavos. No comprendo esta conducta. Al principio creí que era una estrategia política para luego desarmar los opositores.
Me resisto a aceptar las conclusiones de mis análisis psicológicos. Parecería que hay un mal de fondo, penoso, peligroso para la sociedad. Recordemos que no sólo se enferma el cuerpo, también el alma, y que ser exitoso no es tener dinero, es tener paz y promoverla.
Este pueblo, de inteligencia natural y lleno de variadas creencias, considera que Miguel necesita ayuda espiritual. Muchos creen que ha estado perdido en lo material, que urge trabajar su alma. Que la tiene encadenada, atada a fuerzas extrañas que le impiden ser feliz. Le buscan solución según sus creencias. Algunos piensan que debe hacérsele un “despojo” para liberarlo ¡Oh Dios!
Otros exhortan ir a las iglesias, orar mucho. Lo visualizan atado, encerrado en una jaula de oro, cuidando su tesoro material, buscando tener más y más para fortalecer su poder, negociando, vendiendo todo a cambio de dinero y dándole latigazos a los que se oponen al plan.
Grupos de personas han iniciado una cadena de oración. Piden a Dios que abra su mente y toque su corazón. Que comprenda que el mejor tesoro es la paz y ayudar los demás.
La población necesita parámetros ejemplares, que piensen en el bien común. Miguel está a tiempo de ser uno de ellos. Es posible que esté un poco confundido o mal asesorado. Cuando buscamos lo mejor para los hijos, debemos vivir en constante evaluación para saber si estamos en la ruta correcta, si somos capaces de preparar el ambiente para que progresen y triunfen. A veces procede soltar las riendas y dejarlos volar solos. Otras veces rectificar el método. Me uno a los grupos de oración que piden al Todopoderoso que ilumine a Miguel, que le ayude a romper las cadenas que atan su alma y les impiden acompañar a la militancia de su partido, a labrar un mejor destino.
(Reproducido de http://www.z101digital.com/app/article.aspx?id=57394)
Santo Domingo, R.D., jueves, 19 de enero de 2012.
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