Eduardo Álvarez
Olga Díaz Mora, economista y asesora del Banco Central, firma un articulo publicado hoy, 19 de enero del 2012, al que el Listín dedica la pagina 5D por completo de la sección Economía &Negocios. El trabajo, titulado La “fábula” económica de un gran “PIBocho” [comillas y combinaciones de siglas y epítetos de la autora], fue escrito en cinco cuartillas a dos espacios, utilizando 1,588 palabras y 10,312 caracteres, distribuidos en 19 párrafos y 136 líneas.
No me preocupa adivinar que el anterior ejercicio contable les haya parecido inútil o irrelevante, tratándose de un “análisis” de una funcionaria del Bancentral, cuyos honorarios deben superar con mucho lo que recibe un humilde trabajador de la construcción, una empleada de zona franca o un maestro de escuela.
Pero dejarán de suponer que subyace en nosotros el afán de fuñir la paciencia al momento de leer el trabajo de esta profesional. De las 1,588 palabras y 10,312 caracteres, la autora utiliza las primeras 304 palabras, 1,946 caracteres, 5 párrafos y 28líneas de su exposición escrita, no a demostrar su posición con respecto a las estadísticas reportadas por Banco Central referente al comercio local, sino a insultar al economista Andy Dauhajre, a quien le dice hasta barriga verde, sólo porque el reputado profesional cuestiona las cifras del Banco Central sobre el crecimiento y la actividad económica durante el año pasado. El Roedor, con todo y su apasionada pugnacidad, tiene mucho que aprender de esta bélica escritora.
Olga Díaz Mora.
La respuesta es, más que profesional, visceral, reflejando un desencaje emocional y un desparpajo conceptual que deja mucho que decir de un profesional, pagado por Estado para orientar a sus empleadores y no para saciar la sed de venganza que desborda la equidad y el buen juicio, presumible regularmente en los expertos en el manejo de cifras y estadísticas.
Tras un repleto repertorio de motes, diatribas y ensalzadas ironías, esta “suerte de criada respondona” [con el perdón de las honorables y sacrificadas criadas], se explaya –por fin lo hace- en una explicación cantinflesca, en laque deja muy mal parada a la Dirección General de Impuestos Internos [DGII],insinuando una crasa ineficiencia por carecer de capacidad para controlar por lo menos el 50% de la actividad comercial, corporativa y profesional registradas en el país, incluyendo la inmobiliaria, citada por Dauhajre cuando compara los números del Bancentral con los aportados por la DGII.
En ningún momento la funcionaria aporta cifras convincente para refutar a su colega Dauhajre, limitándose a especulaciones conceptuales, a partir de lo que dicen los textos en materia de economía formal versus economía informal.
Andy Dauhajre.
Refutar, sin embargo, las coléricas explicaciones de la esta economista no es asunto nuestro. El ultrajado debe tener suficientes monedas para responder. A nosotros –eso sí-, nos llama la atención el inusitado estilo del Banco Central, sobre todo cuando se trata de una profesional vinculada a una institución cuya imagen debe resguardarse de utilizar formas tan poco elegantes y pendencieras como esta a la que recurre su asesora Olga Díaz Mora. ¿Señalados reflejos de los últimos aletazos de una fiera vencida y atrapada, a punto de sucumbir?
Santo Domingo, R.D., viernes, 20 de enero de 2012.
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