MI VOZ ESCRITA
JORGE HERRERA
Rafael Tomás Jaime, en el tercer párrafo de la crónica que publicara este diario el día 9 de los corrientes, recuerda que: “la Ley 139-97 transfiere a los lunes los días feriados, pero excluye las fechas religiosas” (sic); y, antes, da cuenta de que el 69% de los lectores del vespertino se opone al cambio de fecha de la celebración del Día de los Santos Reyes Gaspar, Melchor y Baltasar, orden que no sigue el cronista, no sé por qué.
La celebración del día 6, aunque se la llama día de los Santos Reyes Magos de Oriente, en realidad es la festividad de la primera de las tres Epifanías, que significa manifestación, que hubo en la vida de Jesús. Es decir, el Rabit de Galilea también se reveló una segunda vez como el hijo de Dios a San Juan el Bautista en el río Jordán y la tercera fue a sus discípulos al comienzo de su vida pública con el milagro en las bodas de Caná.
Con la promulgación de la Ley 139-97, se inició lo que a mi juicio es una sutil conspiración contra la tradición católica que reserva a los niños conmemorar con alegría, la primera manifestación de Jesús, a través de Gaspar, emperador de todas las tierras orientales, de Melchor, rey de Nubia y gobernador de Etiopía, y de Baltasar, Sultán de Arabia, quien siendo el mayor en edad murió, poco después de llegar al pesebre de Belén, según la leyenda.
Sin embargo, la Iglesia Católica de Puerto Rico, no solo guarda la celebración de la primera Epifanía del día 6, sino que consagró los días 7, 8 y 9 de enero a glorificar a los reyes Gaspar, Melchor y Baltasar. Confieso que no sé qué pensar del ideólogo de la Ley ni de los que impusieron en la Carta Magna el derecho a nacer desde la concepción, en nombre de un supuesto amor por los niños. ¡Cuánta simulación!...
Santo Domingo, R.D., viernes, 13 de enero de 2012.
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