Vianco Martínez
Coordinación de Miradas
Lillian Fondeur Q.
Asociación Dominicana de Periodistas
con
Perspectivas de Género
Alfredo Morales llegó a Santo Domingo el 3
de agosto de 1965 a las cinco de la tarde. La ciudad estaba llena de soldados
que se disputaban centímetro a centímetro el territorio de una ciudad estremecida
por la guerra.
Había dejado atrás la Cuba de sus amores,
donde fue arrestado tras la revolución de Fidel Castro por el delito de creer
en Dios en un país que empezaba a voltear todos sus altares.
El hermano Alfredo Morales tenía grabada en
los archivos de su memoria la llegada de los primeros rebeldes a Manzanillo, la
ciudad que da entrada a la Sierra Maestra.
"La avanzada de Fidel bajó por la
ciudad de Manzanillo a las cuatro de la tarde del primero de enero de 1959.
Nosotros salimos con banderas, todo el mundo, el pueblo entero salió al parque,
y allí fue que los vimos llegar.
Empezamos a saludar, les brindamos comida,
les dimos de todo. Fue un momento histórico que se me ha grabado en la mente
porque yo tenía la conciencia de que Cuba estaba dando un viraje definitivo,
sin regreso".
Alfredo Morales estudió con Fidel Castro en
el Colegio De La Salle, de Santiago de Cuba, y entre los acuerdos que guardaba
de su infancia y de su juventud, Castro ocupa un lugar preponderante.
Lo recordaba como un muchacho inquieto al
que siempre estaban regañando. Un día lo expulsaron y su madre, Lina Ruz, tuvo
que pedirle al director de la escuela que lo recomendara para otro centro, y
así fue a parar a un colegio de los jesuitas.
Los padres de Alfredo Morales murieron a
cientos de kilómetros de distancia de su corazón. Pidió permiso para ir a
llorar a sus muertos, pero el gobierno cubano se lo negó.
"Mi madre murió un día en que las
amapolas estaban florecidas. Mi padre murió dos meses después. Murió de tristeza".
Entre sus dolores cubanos estaban su
hermano Luis Morales, Héroe de la Revolución, quien cayó abatido por la policía
política de Fulgencio Batista durante el baño de sangre que éste protagonizó en
el tramo final de su dictadura.
"Era nueve de abril y había sido
convocada una huelga general. Batista dio la orden de "ni presos ni
heridos". Ya en la noche había centenares de cadáveres en los cementerios
tirados como animales.
Ahí fuimos a buscar a mi hermano, que era
ingeniero y dirigente de la Acción Católica. Lo habían matado en una estación
de policía. El asesino le disparó tan cerca que una de las balas rebotó y lo
hirió en una pierna".
Sacerdote católico Alfredo Morales.
El hermano Alfredo Morales vivió sin
rencores ni resentimientos, a pesar de los dolores que ha cosechado a su paso
por la vida.
Es un humanista de convicción que ha
alimentado su formación con la profesión de Hermano Lasallista, tres doctorados
-uno en Teología y en Sociología Religiosa realizado en París, otro en
Pedagogía cursado en la Universidad de La Habana, y un tercero en Música, del
Conservatorio de Música Ernesto Lecuona.
Contribuyó en el país con otros hermanos
lasallistas a instaurar un nuevo modelo de educación inspirado en las ideas
liberadores de Paulo Freire.
Arresto
Fue arrestado y desterrado de Cuba,
presionado aquí por la intolerancia del gobierno de Balaguer, incomprendido por
mucha gente que no entendió sus avanzados conceptos sobre la educación
liberadora y distanciado sin remedio de su familia, a quien vio extinguirse en
la distancia. Sin embargo, todos los dolores que reunió a lo largo de su vida
no le mataron esa vocación de alegría y de solidaridad, ni pudieron nunca con
su don de gente ni su espíritu solidario y humanista. Nunca daba entrevistas, y
sin embargo de concedió dio una a Vianco
Martínez, a quien le contó la historia de su vida. Miradas la reproduce a partir de hoy en tres
entregas Alfredo Morales, sobreviviente del dolor (Primera entrega de tres)
Frase célebre
Cuando llegó a la República Dominicana
contribuyó con otros hermanos lasallistas a instaurar un nuevo modelo de
educación inspirado en las ideas liberadores de Paulo Freire, y fundó el Coro
Estudiantil”.


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