Editorial EL DÍA
22 de marzo de 2012
En un país donde se respeten los números y las estadísticas no puede pasar desapercibida esta cifra: 37,936, que corresponde a la cantidad de productos vencidos, en mal estado y contaminados por heces fecales de ratas.
Un operativo encabezado por técnicos de Pro Consumidor implicó el decomiso de esta cantidad de productos en 301 establecimientos del Distrito Nacional y distintas provincias del país.
Ese decomiso, de manera independiente, ayuda pero no basta. Los nombres de supermercados y colmados comprometidos deben darse a conocer. Esta decisión servirá para alertar a los consumidores de cuáles negocios ponen en riesgo su salud; y de paso terminan estafándolos.
De manera recurrente se informa que habrá un régimen de sanciones y multas contra los comercios violadores y estafadores, pero el tiempo se encarga de diluir esta promesa. No hay certeza ni una fecha para poner en ejecución el prometido régimen de sanciones.
Una defensa responsable de los derechos de los consumidores debe asumirse con determinación y valentía. La práctica de decomisar productos vencidos se hará recurrente y perderá, con el tiempo y varias acciones similares, el impacto inicial.
Entre los recursos al servicio de Pro Consumidor y otras instituciones ligadas a la defensa de la calidad y legalidad de los productos vendidos en el país, además d el Ministerio de Salud Pública y la Dirección General de Normas y Sistemas (Digenor) está la publicación periódica de una lista con los nombres de los infractores. Una lista pública será la mejor condena, mientras se pone en ejecución el prometido y esperado régimen de sanciones.
Santo Domingo, R.D., jueves, 22 de marzo de 2012.
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