miércoles, 18 de abril de 2012

Trama contra Hatuey De Camps


Yasir Mateo Candelier

Si le hace gracia, tiene permiso de reírse…

Ayer estuve en la sala de consultas de la Jurisdicción Inmobiliaria esperando un turno que nunca llegaba y que se cayó el sistema y que los empleados se fueron a comer, cuando más de dos docenas de pacientes comenzamos a hablar de política para olvidarnos del tiempo de espera. Hicieron una encuesta. 15 votos Hipólito Mejía, 4 Danilo Medina. Algunos ocho o nueve expresaron que este país había que cerrarlo y que no iban a votar porque entendían que ninguno de esos candidatos representaba al pueblo.

Fue en medio de esa barahúnda que surgió la voz de la trama contra Hatuey De Camps. Era un tipo rechoncho con bigote recortado, mulato, de unos 50 años de edad. Vestía camisa azul, pantalones oscuros y zapatos negros. No tenía ninguna marca visible en su cara, con el pelo muy recortado y entradas prominentes que se extendían desde sus sienes. De vientre prominente. Más o menos de 1/3 Hipólitos de ancho. 

Ese hombre dijo lo que dijo delante de todo el mundo y a viva voz. Por lo que no tuve que intervenir su teléfono, editar su conversación o hackear su correo electrónico. Ese hombre que no me quiso dar su nombre, quizás conciente de la gravedad de sus amenazas y su complot para matar al Lic. Hatuey De Camps recordaba que tiraba piedras junto a Hatuey en la UASD, que varias veces fue sacado de su casa y hecho preso por el gobierno de Balaguer y que tiene fotos del licenciado cuando era flaquito y rebusero. Ese hombre regordete dijo que muchos años después vio a su antiguo compañero de correrías, licenciado Hatuey De Camps Jiménez en la ciudad de Nueva York y que este se hizo el loco y no lo saludó. Uno de los allí presentes dudó de esa supuesta actitud del licenciado y lo defendió diciendo que Hatuey era un hombre muy simpático que no le negaba el saludo a nadie. Hasta ahí todo parecía inocente, hasta que aquél hombre dijo. Palabras textuales:

“Yo vi a Hatuey y no me reconoció. No me saludó. Y yo pensé dentro de mí, cualquiera ajorca a ese degraciao. Es más, si yo llego a Presidente afusilo a muchos políticos. Empezando por Félix Bautista. El segundo va a ser Hatuey De Camps. Lo voy a afusilá”.

Así que la denuncia está hecha. Al licenciado Hatuey De Camps que se cuide. Hay una trama que procura su desaparición física. Se trata de un señor rechoncho con bigote recortado, mulato, de unos 50 años de edad. Vestía camisa azul, pantalones oscuros y zapatos negros. No tenía ninguna marca visible en su cara, con el pelo muy recortado y visibles entradas que se extendían desde sus sienes. De vientre prominente. Más o menos 1/3 Hipólitos de ancho. Vive en Santiago. Allí tiene una línea de servicio de taxi.

Santo Domingo, R.D., 18 de abril de 2012.


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