Chiqui Vicioso
Los estragos de la década perdida, son descritos en un libro de reciente publicación de John Perkins, que se llama “Confesiones de un Sicario Económico”. Perkins, un respetado ex miembro de la comunidad bancaria internacional, quien trabajó muchos durante décadas en el Banco Mundial, narra en ese libro como profesional muy bien pagado, ayudó a los Estados Unidos a timar a países pobres alrededor del mundo en trillones de dólares, prestándoles más dinero del que ellos podrían alguna vez pagar, para luego hacerse cargo de sus economías.
Perkins dedicó su libro a los presidentes de dos países que habían sido sus clientes: Jaime Roldós, del Ecuador y Omar Torrijos, de Panamá, a quienes llegó a respetar y vio morir en accidentes de avión provocados por la CIA, por su negación a aceptar los términos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, durante la administración Reagan. Asqueado, por el golpe en Chile, provocado por la CIA por las mismas razones, se decidió a escribir el libro.
Jaime
Roldós, asesinado presidente de Ecuador.
La masiva emigración de las mujeres y sus aportes a la solución de los estragos de la llamada década perdida, se reconoce en Nairobi, en 1985, donde surge el concepto “Genero y desarrollo”, visibilizando la contribución de la mujer a la sociedad y su equidad con el hombre como sujeto fundamental del desarrollo, posición que se termina de formular en Beijing, diez años después, donde se reconoce que la mujer es un sujeto político, con iguales deberes y derechos ciudadanos que el hombre.
Omar Torrijos, asesinado presidente de Panamá.
Solo que en esta nueva cruzada, los Estados Unidos se niegan a entender que en países como el nuestro son las remesas, segunda fuente de ingresos al presupuesto nacional, después del turismo, (prácticamente un presupuesto paralelo, enviadas precisamente por nuestras mujeres traficadas o no, en el exterior), las que mantienen nuestros países a flote.
Santo Domingo, R.D., lunes, 02 de julio de 2012.
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